Las manifestaciones se desataron tras el anuncio del Ejecutivo de introducir un impuesto a las llamadas telefónicas hechas a través de WhatsApp y otras aplicaciones.
Libano
© Getty Images
La tasa formaba parte de una serie de medidas tomadas por el primer ministro, Saad al-Hariri, para enfrentar la grave crisis económica que atraviesa el país.

La crisis en El Líbano también se deja sentir en Miami, en el sureste de Florida (EE.UU.), donde es hogar de miles de libaneses.
El Líbano cumple una semana de protestas y en este contexto, las demandas de los ciudadanos solo se incrementan.

Algunos medios de comunicación han calificado los eventos en El Líbano como "la revolución del Whatsapp" en relación a uno de los aspectos de malestar social que llevaron a los ciudadanos a las calles. Sin embargo, las acciones de los manifestantes tienen orígenes aún mucho más complejos.

En este sentido, a la solidaridad también se le suma preocupación: los libaneses temen que actores imperialistas hambrientos de lucro vayan a capitalizar de las así llamadas "revoluciones de color".

Según Oil Price, sitio dedicado a la valoración económica de combustibles fósiles, se han descubierto yacimientos de hidrocarburos en El Líbano. Los prospectos son multibillonarios. De ahí que las corporaciones multinacionales — y gobiernos afines — no pueden ocultar sus garras.