Investigadores latinoamericanos y europeos construyeron un mapa que refleja cómo un entramado de agencias del Gobierno norteamericano, corporaciones privadas, fundaciones, organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación fueron 'esenciales' para sacar a Evo Morales del poder. Sputnik habló con una de sus creadoras, Silviana Romano.
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© REUTERS / David Mercado
Romano es licenciada en historia y también en comunicación, es doctora en ciencias políticas y ha dedicado sus últimos años de estudio a las relaciones de Estados Unidos con América Latina, "con especial énfasis en temas de guerra psicológica", dijo en diálogo con Sputnik.

La investigadora creó el mapa junto a Tamara Lajtman, brasileña radicada en la Universidad de Buenos Aires (Argentina), Aníbal García Fernández, mexicano formado en la Universidad Nacional de México (UNAM), y Arantxa Tirado, formada en Barcelona, quienes tienen en común haber tomado, en algún momento, clases en la UNAM.

"El equipo comenzó siendo sobre la relación entre Estados Unidos y América Latina, pero hace un año se reformuló para incluir a otras potencias como Rusia y China, que disputan los intereses a EEUU", explicó Romano.

Ante el cambio del poder sufrido por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Bolivia, encabezado por Evo Morales, y que causó su exilio en México — y el de otros miembros de su Gobierno — el equipo presentó su análisis geopolítico de este suceso en la forma de un mapa de poder que fue publicado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) en un informe titulado "Estados Unidos y la construcción del Golpe en Bolivia".

Silvina Romero compartió con Sputnik algunas pistas para leer ese mapa.
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¿Qué es un mapa de poder?
"Siempre se habla de imperialismo y de dominación, pero la gente descree de esta postura porque dice que le faltan pruebas. La red o el mapa de poder es una manera de materializar y poner de modo sintético cómo opera el poder", explicó la doctora.
Romano señaló cómo en el caso de Bolivia se confirma el maridaje en los intereses entre las agencias del Gobierno norteamericano con corporaciones trasnacionales, que comparten funcionarios mediante mecanismos como la puerta giratoria, que permiten el pasaje del ámbito público al privado; y la institucionalización política de técnicas de mercado como el lobby.

La doctora en ciencia política sumó en su análisis un mecanismo descrito en la década de 1980 por los teóricos de la comunicación que incluye en este esquema a los medios de comunicación.

"El concepto 'manufacturing consent' sale del trabajo de Edward Herman y Noam Chomsky llamado Los Guardianes de la libertad, un libro de 1988 y las ideas sobre 'la red' las aportó Armand Mattelart con sus estudios sobre economía política de la comunicación crítica, pero como no son autores posmodernos, han quedado en el olvido", aseguró Romero, quien señaló la pertinencia de esos marcos teóricos para entender la realidad actual de América Latina.

"Cuando existen esas relaciones asimétricas, dónde hay lugares que sí tienen herramientas para generar un discurso que tiene fuerza de verdad por la cantidad de veces que se repite, por cómo se machaca en las redes sociales y no deja espacio para la opinión contraria", explicó, podemos ver este mecanismo de crear consenso en funcionamiento, que, según revela este estudio, es financiado y dirigido de manera exógena a los países y puede aplicarse a la crisis boliviana actual.

"Este mapa de poder del golpe en Bolivia muestra la vinculación entre instituciones locales, regionales, trasnacionales y trayectorias personales. Es un trabajo del tipo sociológico y ayuda en este caso a comprender un mínimo porcentaje, una partecita de cómo operan estas instituciones vinculadas a las derechas a nivel local y trasnacional cuando no están de acuerdo en la deriva política, económica de un Gobierno", comentó la coautora.