El empleo siguió frenando en noviembre y arrojó los peores datos en seis años. En tasa interanual, el ritmo de caída del desempleo se ha frenado y apenas se reduce en 54.900 personas
Exterior de una oficina de empleo en Madrid (Efe)
© EFEExterior de una oficina de empleo en Madrid
Si el mes de noviembre es tradicionalmente malo para el empleo porque la hostelería se encuentra en su momento más bajo del año, en 2019 ha sido mucho peor como consecuencia de la ralentización del mercado laboral. Las nubes que se ciernen sobre la economía española provocaron el peor mes de noviembre desde 2013 para el empleo con una destrucción de 53.115 afiliados a la Seguridad Social respecto al mes de octubre. Se trata de la mayor caída en un mes de noviembre en seis años y se trata del peor mes de noviembre exceptuando los años de la crisis económica.

Al mismo tiempo, el paro aumentó en 20.525 personas, el peor mes de noviembre en tres años. El número total de desempleados se situó en3.198.184 personas. Esto significa que en el último año solo se ha reducido el desempleo en 54.683 personas, el menor ritmo de reducción del desempleo desde octubre de 2013. Al inicio del año, el ritmo de ajuste del paro alcanzaba las 200.000 personas y actualmente es apenas un cuarto de esa cuantía. Este dato refleja el gran frenazo que está experimentando el mercado laboral español y amenaza con empezar a subir el desempleo en los próximos trimestres.

El ritmo de creación de empleo en tasa interanual, indicador que es el más fiable para medir la salud del mercado laboral, se ha frenado hasta el 2,28%, dos décimas menos que en octubre. En concreto, el número de cotizantes aumentó en 431.254 en los últimos doce meses, lo que refleja el menor ritmo de creación de empleo desde 2015. Al inicio del año, el ritmo de creación de empleo superaba los 530.000 cotizantes.

Esto significa que desde enero hasta noviembre, el mercado laboral ha perdido un dinamismo equivalente a 100.000 cotizantes. Sin embargo, los datos de afiliación no amenazan con una pérdida de empleo en los próximos meses, algo que sí podría ocurrir en el caso del desempleo. Esta divergencia responde a que son indicadores diferentes con divergencias estadísticas y que, además, en el caso del paro está afectado por la población activa.

Los peores datos, como cada mes de noviembre, fueron los de la hostelería, que restó 105.048 afiliados a la Seguridad Social solo en el Régimen General. Por el contrario, los mejores datos se dieron en los sectores de educación, con 26.723 nuevos afiliados respecto a octubre; en el comercio, con 15.222 afiliados; las actividades profesionales, científicas y técnicas, con 4.428 afiliados y en la construcción, con 4.197 nuevos cotizantes.

Por comunidades autónomas, peor dato se produjo en Baleares, como consecuencia de la pérdida de actividad en la hostelería. El archipiélago perdió 83.502 cotizantes, nada menos que el 15%. Le siguieron Castilla y León, con 9.536 afiliados menos, y Cataluña, con una pérdida de 6.667 afiliados. Por el contrario, los mejores datos se produjeron en la Comunidad Valenciana, con 24.640 nuevos cotizantes, y en Madrid, con 24.120 afiliados más.

El número total de afiliados alcanzó los 19.376.878, el mayor dato desde julio de 2008, en el verano previo a la quiebra de Lehman Brothers y al estallido de la crisis económica global. Esto significa que España ha tardado más de una década en volver a los niveles de empleo previos a la recesión. Y también significa que el objetivo de alcanzar los 20 millones de afiliados en 2020 está cada día más lejos.