Esta peste sí es real: crece la plaga de langostas y se extiende por Medio Oriente

Sin Mordaza
mar, 24 mar 2020 19:03 UTC

Millones de estos insectos se reproducen día a día sin poder controlarlos. En este momento, azotan Medio Oriente.

Plaga de langostas en África

Hace treinta años no se ve una plaga de langostas como la que azota en este momento el norte africano y el Medio Oriente. La cantidad de insectos es capaz de devorar la misma cantidad de comida que 35.000 personas consumirían en un día.

Una división de las Naciones Unidas, que se encarga de brindar asistencia en los países en los que los cultivos son amenazados, explicó que "son una amenaza a la comida y a la vida".

Planeaban comenzar a lanzar pesticidas desde helicópteros como medida pero ningún país cuenta con la cantidad suficiente para contrarrestar la plaga. A esto se suma que los expertos no pueden viajar a los territorios afectados por el coronavirus.

Comentario: La plaga sin precedentes de langostas es sólo uno de los numerosos efectos que probablemente estén relacionados con las estaciones cada vez más erráticas y los patrones climáticos extremos de nuestro planeta. Ya hemos visto los daños que las heladas tempranas, las sequías de verano y el granizo del tamaño de pelotas de golf - por nombrar sólo algunos - pueden hacer a nuestro suministro de alimentos, pero hay otros efectos igualmente desastrosos que pueden no ser inmediatamente aparentes. Y para tener una idea de cómo algunos de estos cambios están afectando a la vida silvestre, un reciente artículo arrojó información sobre el desorden en la vida silvestre:

Los registros gestionados por la Red Nacional de Fenología de los Estados Unidos y otras organizaciones demuestran que la primavera se ha acelerado a largo plazo. Por ejemplo, el lirio de trucha amarilla común florece casi una semana antes en la región de los Montes Apalaches que hace 100 años. Los arándanos en Massachusetts florecen de tres a cuatro semanas antes que a mediados del siglo XIX. Y en un reciente período de 12 años, más de la mitad de las 48 especies de aves migratorias estudiadas llegaron a sus zonas de reproducción hasta nueve días antes que antes.

Las temperaturas primaverales más cálidas también han llevado a los escarabajos, polillas y mariposas a emerger más temprano que en años recientes. Del mismo modo, las especies que hibernan, como las ranas y los osos, emergen de la hibernación más temprano en las primaveras cálidas.

No todas las especies responden al calentamiento de la misma manera. Cuando las especies que dependen unas de otras, como los insectos polinizadores y las plantas que buscan la polinización, no responden de manera similar a las condiciones cambiantes, las poblaciones sufren.