Se trata de dos combatientes de reconocido prestigio de la época. Los entierros tenían osamentas de caballos y pájaros, así como otros objetos.
edad de hierro
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Las tumbas de dos guerreros que fueron enterrados lujosamente en barcas fueron hallados en un cementerio antiguo que data de la Edad de Hierro, en Valsgärde (Suecia). El contenido de los sepulcros acaparó la atención de un grupo de científicos que recientemente publicó los resultados de su investigación en la revista Journal of Archaelogical Science: Reports.

Se trata de dos combatientes que habrían gozado de gran prestigio, ya que sus tumbas estaban llenas de cascos, espadas, cuchillos, así como herramientas de cocina y caza para el más allá. Además, su alto rango se evidenció por la presencia de osamentas de caballos y una gran variedad de pájaros, entre ellos, se destacó un búho decapitado, cuya condición habría podido tener un significado ritual para el entierro.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de los especialistas fueron las plumas perfectamente preservadas que yacían a lo largo de las embarcaciones. En particular, los cadáveres reposaban encima de almohadas, rellenas de dichas plumas. Se considera que estos cojines, de hace unos 1.400 años, también conllevan un sentido simbólico.

Así, estos elementos tenían un significado especial para los ritos funerarios en el marco del folclore nórdico. Por ejemplo, el plumaje de búhos y otros pájaros depredadores se asociaba con la prolongación de la lucha contra la muerte. Además, las plumas de ganso se consideraban como la mejor herramienta para efectuar la liberación del alma del cuerpo, explicó a Live Science la autora principal del estudio, Birgitta Berglund.

¿Qué aves rodeaban a los guerreros en las tumbas?

Dado el nivel de conservación del plumaje, los exploradores lograron extraer y examinar muestras para identificar a qué grupos e incluso, a qué especies de aves pertenece. Al dividir las plumas en dos grupos (las de contorno y las que crecen más cerca de la piel de las aves), los investigadores observaron bajo el microscopio las muestras ampliadas hasta 400 veces.


El análisis reveló que en la primera tumba las plumas de patos y gansos eran las más comunes, mientras que en el segundo entierro todo el plumaje parecía ser de ganso. Al mismo tiempo, en la primera fosa había plumas procedentes de otros pájaros como pollos, aves canoras, zancudas y búho real.

Entretanto, estos hallazgos demostraron que es posible identificar grupos de pájaros, recurriendo solo a pequeños fragmentos del plumaje antiguo. Esto contribuiría a arrojar cada vez más luz sobre la interacción entre los humanos y la naturaleza en la Edad de Hierro.