Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Las autoridades de Dinamarca han cerrado gran parte del acceso del país a la plataforma de vídeos Bitchute en nombre de la prevención de la difusión de "información peligrosa" sobre el COVID.
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© Thakonrat Luepeng / EyeEm via Getty Images
El Centro de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional de Dinamarca (NC3) solicitó una orden judicial para bloquear el sitio y los proveedores de servicios de Internet siguieron su ejemplo bloqueando el acceso a los usuarios.

"El Centro de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional (NC3) ha bloqueado la página de inicio a la que su navegador ha intentado acceder por contacto, ya que hay motivos para suponer que desde el sitio web se comete una infracción del derecho penal, que tiene un trasfondo o una conexión con la epidemia de Covid-19 en Dinamarca", afirma un mensaje que los usuarios ven al intentar acceder a Bitchute.

A continuación, advierte al propietario del sitio web que tendrá que ponerse en contacto con las autoridades para intentar que el sitio vuelva a estar en línea.

"El bloqueo parece abarcar todo el sitio, lo que significa que a los ciudadanos daneses no sólo se les impide ver la supuesta desinformación de COVID-19 en BitChute, sino que se les bloquea cualquier vídeo de BitChute, independientemente del tema", escribe Tom Parker.

bitchute denmark
Bitchute es un objetivo habitual de los gobiernos porque ofrece una plataforma para contenidos controvertidos que no están permitidos en YouTube.

Algunos proveedores de servicios de Internet de Australia ya intentaron bloquear el sitio, mientras que Twitter bloqueó el año pasado la publicación de enlaces de Bitchute en su plataforma.

Las autoridades del Reino Unido y de la UE también están intentando cerrar el sitio, alegando que incurre en "incitación al odio".

Los defensores de la censura en las redes sociales afirman habitualmente que la libertad de expresión no está en peligro porque la gente puede simplemente "construir sus propias plataformas".

Sin embargo, cuando una entidad como Bitchute hace precisamente eso, es objeto de eliminación por parte del Estado.

Esto es un totalitarismo al estilo de la China comunista, pero lo que lo hace peor es el momento en el que ocurre.

Como hemos sabido en las últimas semanas, al censurar la "información errónea" sobre la teoría de la filtración del laboratorio de Wuhan, que podría resultar ser cierta todo el tiempo, las redes sociales pueden haber sido cómplices de facilitar uno de los mayores encubrimientos de la historia moderna.

Así que el hecho de que las autoridades danesas apunten a Bitchute exactamente por la misma razón es otro ejemplo escalofriante del peligro que supone permitir que las entidades corporativas y gubernamentales definan los límites de la expresión aceptable y dicten literalmente la realidad.