Traducido por el equipo de Sott.net

Motya, conocida hoy como la isla de San Pantaleo, fue un puerto fenicio fundado durante el primer milenio a.C. en la laguna de Stagnone, entre Drepanum (la actual Trapani) y Lilybaeum (la actual Marsala).
sacred pool sicily
© Antiquity
Los arqueólogos que excavaron en la década de 1920 una cuenca artificial de 2.500 años de antigüedad, identificada en su día como un puerto militar llamado Kothon, es en realidad una de las mayores piscinas sagradas del Mediterráneo. La piscina se añadió hacia el año 550 a.C., cuando se reconstruyó la ciudad tras un ataque de Cartago, como pieza central de un enorme santuario religioso alineado con las estrellas.

El profesor Nigro, de la Universidad Sapienza de Roma, dijo: "Durante un siglo se pensó que el 'Kothon' de Motya era un puerto, pero las nuevas excavaciones han cambiado drásticamente su interpretación: Era una piscina sagrada en el centro de un enorme complejo religioso".

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Las investigaciones anteriores habían encontrado un templo de Baal en el borde del Kothon de Motya, en lugar de los edificios portuarios esperados. Este inesperado descubrimiento impulsó la reinvestigación del Kothon a partir de 2010.

Durante los diez años siguientes, el profesor Nigro y su equipo drenaron y excavaron la cuenca, que es más larga y ancha que una piscina olímpica.

"Esto reveló que no pudo haber servido como puerto, ya que no estaba conectado al mar. En su lugar, se alimentaba de manantiales naturales", dijo el profesor Nigro.

El equipo también halló otros templos que flanqueaban el Kothon, junto con estelas, altares, ofrendas votivas y un pedestal en el centro del lago que albergaba una estatua de Baal. Todo ello indica que no se trataba de un puerto, sino de una piscina sagrada en el centro de uno de los mayores complejos cultuales del Mediterráneo preclásico.

La cartografía de este lugar reveló que estaba alineado con las estrellas: "El cercano Templo de Baal está alineado con la salida de Orión en el solsticio de invierno, mientras que las estelas y otros elementos estaban alineados con otros eventos astronómicos", dijo el profesor Nigro. "Esto apunta al profundo conocimiento del cielo que alcanzaron las antiguas civilizaciones".

Además, la superficie plana de la piscina puede haber sido utilizada para seguir estos movimientos celestes, que eran importantes tanto para la navegación como para las fiestas religiosas.

Cabe destacar que muchos de ellos proceden de otras culturas antiguas, lo que sugiere que Motya seguía siendo un abierto crisol de aceptación cultural. Los registros históricos también atestiguan una actitud abierta, indicando que provocó una animosidad con Cartago que contribuyó a la eventual caída de Motya.

Desde entonces se ha rellenado la cuenca y se ha vuelto a colocar una réplica de la estatua de Baal en su zócalo.