El Foro Económico Mundial (FEM) convocó recientemente su conferencia anual en Davos, Suiza, para debatir sobre la "crisis climática" y cómo la "catástrofe existencial" podría utilizarse para desplegar más poderes tiránicos sobre las masas ciegas.
A pesar de las crecientes emisiones de CO2, el hielo marino del Ártico se está expandiendo, no derritiendo, lo que demuestra de una vez por todas que las correlaciones dibujadas entre ambos son políticas, no científicas.
Sin embargo, y según datos de la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT), de carácter intergubernamental, el hielo marino del Ártico se encuentra actualmente en el nivel más alto de los últimos 30 años: la pérdida de hielo en mayo fue la más baja en más de tres décadas.
EUMETSAT, como se conoce la organización, se creó mediante un convenio internacional firmado por 30 naciones europeas.
Lo que revelan sus datos es contrario a la narrativa oficial del AGW (calentamiento global antropomórfico, por sus siglas en inglés), -me sorprende que la agencia no haya sido tachada de "desinformación" y eliminada inmediatamente de Internet-. Actualmente, la extensión del hielo marino del Ártico está "sacando" los niveles registrados durante las décadas de 2020, 2010 y 2000, y se encuentra en los promedios observados por última vez durante la década de 1990 e incluso la de 1980, sin que haya señales de que se esté ralentizando:
Sin embargo, a pesar de todos los datos que apuntan a lo contrario, el IPCC (El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por sus siglas en inglés) y sus perros falderos de los medios de comunicación se han encargado, por parte de los poderes establecidos, de difundir falsedades sobre el clima, y seguirán haciéndolo. Recientemente, The New York Times calificó el AGW como "la mayor amenaza para la salud pública mundial", pero no aportó ni una sola prueba real que respaldara esa afirmación.
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