Traducido por el equipo de SOTT.net

El archipiélago canario ha sufrido una dramática oleada de fenómenos meteorológicos extremos, con más de 1.000 rayos registrados en apenas seis horas. Estos datos, difundidos por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ponen de manifiesto la inestabilidad de las condiciones meteorológicas que afectan actualmente al archipiélago.
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En respuesta, la Dirección General de Emergencias de Canarias ha elevado su nivel de alerta de «alerta» a «alerta máxima» debido a los fuertes vientos que afectan a La Gomera, El Hierro y las regiones norte y oeste de Tenerife.

La tormenta Dorotea es la protagonista de este fenómeno meteorológico, que no sólo ha provocado vientos intensos, sino también fuertes tormentas, lo que ha dado lugar a un aluvión de actividad eléctrica en las islas.

La tormenta también está provocando condiciones meteorológicas peligrosas, incluidos vientos huracanados con rachas que oscilan entre 80 y 120 km/h. Mientras que las zonas más protegidas, como las costas sudorientales de El Hierro, La Palma y La Gomera, pueden experimentar condiciones algo más suaves, el resto de las islas siguen expuestas a rachas potencialmente huracanadas.

En las islas orientales (Lanzarote y Fuerteventura), se espera que los vientos aumenten significativamente de intensidad, con brisas del sureste que pasarán de velocidades moderadas a fuertes vendavales (41 - 60 km/h) a lo largo de las vertientes occidental y septentrional. Las rachas podrían superar los 90 km/h en algunas zonas localizadas, lo que aumentaría los riesgos derivados del mal tiempo.

El Gobierno de Canarias ha advertido de que los vientos más intensos se prevén a partir de la madrugada de mañana domingo, por lo que recomienda a residentes y visitantes que se mantengan alerta.

Esto se produce tras las recientes declaraciones de alerta por incendios forestales y las amenazas combinadas de altas temperaturas, calima (tormentas de polvo) y condiciones secas que agravan el riesgo de incendios forestales.
Las autoridades instan a la población a mantenerse al corriente de los partes meteorológicos y a seguir las directrices de seguridad, ya que las islas se preparan para nuevas turbulencias provocadas por la tormenta Dorothea.