Traducido por el equipo de SOTT.net

La tormenta Olivier ha arrasado las Islas Canarias, dejando tras de sí una escena inesperada pero impresionante en el Teide. Mientras gran parte de la isla experimentaba lluvias y fuertes vientos, la tormenta trajo nieve a la cima del Teide, transformando el paisaje normalmente bañado por el sol en un raro espectáculo alpino.
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A más de 3.700 metros sobre el nivel del mar, el Teide no es ajeno a las ocasionales nevadas durante los meses más fríos. Pero esta nevada primaveral, provocada por el frente frío asociado a la tormenta Olivier, sorprendió tanto a los lugareños como a los turistas.

El pico, a menudo bañado por el sol incluso en invierno, brilla ahora bajo un manto blanco inmaculado, un marcado contraste con las playas bordeadas de palmeras que se encuentran debajo.

Los meteorólogos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirmaron que las temperaturas descendieron significativamente en las altitudes más altas durante la tormenta, lo que permitió que se acumulara nieve en las laderas superiores del Teide. También se registraron ráfagas de viento de más de 90 km/h en la zona del Parque Nacional del Teide.

Para muchos residentes, la nevada ofrece una vista bienvenida, ya que es como ver dos estaciones en un día. Puedes pasar de tomar el sol en la playa a ver nieve en las montañas, ¡es lo que hace que Tenerife sea tan mágica!