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"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo; y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegido contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada".La trata de personas y su reducción a esclavitud es una herida en el corazón de la humanidad que el capitalismo se empecina, en pleno siglo XXI, no sólo en mantenerla abierta, sino en atravesarla hasta el hueso con sus garras.
Su esencia corroída y putrefacta lleva en sí misma la semilla de su ocaso sangriento, en una agonía lenta, pavorosamente lenta si se la contempla desde el horizonte de una sola vida humana. Apenas un grano en las arenas de la historia pero una vida, muchas vidas de hombres, mujeres y niños que mueren rápido, muy rápido, hacinados y trabajando reducidos a la servidumbre en tugurios parecidos a campos de concentración.
Y no hablamos de esos talleres - igualmente condenables - que a menudo se descubren en las ciudades, donde un hato de miserables hambrientos sin trabajo explota a otros tanto o más hambreados y despojados.
Hablamos de grandes empresas, transnacionales productoras de semillas (Pioneer de DuPont, Nidera, Status Ager y Southern Seeds Production a través de servicios de firmas de contratación de personal, logística y supervisión de trabajos de campo como SMW Agro, Adecco Specialities y Manpower), cuyo delito es infinitamente peor, más ruin y repugnante, porque delata la corrupción y las estructuras mafiosas del rentable agronegocio del capitalismo, que viene sumando una herramienta que muchos creían totalmente erradicada: la Trata de Esclavos. (Así, con mayúsculas, figura en algunos libros, tal vez porque sus canallas ejecutores y sus ganancias son de extraordinaria magnitud).
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