La herramienta básica para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras, puedes controlar a la gente que debe usar esas palabras.Philip K. Dick
© Editorial La CatarataPortada del libro 'diccionario de neolengua'
Si alguien aduce que neolenguas hay muchas, habrá que aceptarlo de buen grado. Saltará pronto a la vista, con todo, que la que en estas páginas nos interesa es la más vulgar de las neolenguas, aquella que, de
carácter políticamente manipulador, y no sórdidamente tecnocrático, obedece a un objetivo preciso: el de
evitar que comprendamos lo que ocurre por detrás de las palabras ocultadoras que emplea o, al menos, el de conseguir que percibamos los hechos con lentes llamativamente distorsionadoras. En la trastienda se ha impuesto la certeza de que las grandes mentiras son mucho más fáciles de imponer que las mentirijillas.
Bueno será, aun así, que no dejamos de lado rápidamente las neolenguas tecnocráticas, cuya condición resulta a menudo cercana de la de aquellas que aquí nos ocupan. No podía ser de otra manera habida cuenta de la presencia ingente, en nuestras sociedades, de tecnocracias y burocracias. Cierto es que a menudo el discurso tecnocrático, y con él el burocrático, no resulta necesariamente manipulador: con frecuencia es el producto, antes bien, de la simplicidad, de la
ignorancia y del oscurantismo que despliegan los grupos humanos correspondientes.
Comentario: De hecho, hay quienes han investigado y formulado marcos teóricos para explicar ciertos rasgos de lo que el artículo denomina el rasgo psicológico de los conservadores. El psicólogo Bob Altemeyer ha hecho una amplia investigación sobre este tema y él ha acuñado el término Personalidad autoritaria. Según el Diccionario Cambridge de Psicología: "personalidad autoritaria" y "seguidores autoritarios": Y a esto podemos agregar los estudios citados por Barbara Oakley en su libro Evil Genes [Genes malvados]: Dicho esto, está claro que la mayoría de las veces quizás, la elección de una ideología no se da de manera razonada y consciente y, tal como lo dice el artículo más arriba, responde a ciertas necesidades psicológicas antes que a una reflexión lógica y meditada.
Estar conscientes de esto es sumamente importante para entendernos a nosotros mismos y nuestra manera de pensar... ¿y por qué no nuestra historia? ¿Se imaginan lo que esto significa si nos ponemos a pensar en los efectos que tienen nuestras elecciones colectivas a través de la historia y lo fácil que es entonces manipular la opinión pública a partir de esas necesidades psicológicas?
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