
Tras rebasar el vaso regulador de este poderoso cuerpo de agua, la carretera de terracería que enlaza a los ejidos Pomoná, segunda sección, La Isla, El Recreo, Chaculji, y Centro Usumacinta quedaron aislados vía terrestre desde Boca de Cerro con la cabecera municipal al registrarse tres cortes en esa vía de comunicación.
En estos lugares actualmente unas 80 familias tienen sus hogares rodeados por el agua, por cuyo acorralamiento buscan con desesperación un refugio que les dé seguridad durante el tiempo que dure la contingencia.
Monica Moreno López, es una de las madres de familia de Pomoná, segunda sección, que junto con sus consanguíneos acondicionaban aceleradamente un refugio en la azotea de su mismo hogar, con la finalidad de prevenir daños materiales.