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© Ramó EscuderoAvión de la compañía irlandesa de bajo coste Ryanair en el aeropuerto compostelano de Lavacolla
"Houston, tenemos un problema". Ésta seguro que fue la frase que pronunció el comandante de la compañía Ryanair cuando un rayo alcanzó el Boeing 737-800 que pilotaba el pasado domingo, alrededor de las tres y media de la tarde.

En ese momento la tormenta que cayó sobre Compostela arreciaba y fueron varios los aviones de distintas compañías que tuvieron que sortear el temporal, aunque fue el aparato de la low cost irlandesa el que salió mal parado, justo en el momento en que iba a realizar la maniobra de aterrizaje en Lavacolla.

Aunque afortunadamente todo quedó en un susto, el aparato permanece desde ese día en el aeropuerto compostelano de Lavacolla hasta que sea reparado.

Fuentes de la compañía irlandesa indicaron que "al no tener aquí una base, los técnicos que deben reparar los daños del avión tienen que venir del Reino Unido, en concreto, de Londres".

"Una vez arreglados los desperfectos, que no son muchos, solo faltará que los técnicos certifiquen que el avión está en perfecto estado para volar y den autorización para su despegue", según las citadas fuentes.

Tras el percance del domingo, el avión de Ryanair fue trasladado a la plataforma destinada a aviación privada para no entorpecer el normal funcionamiento de la zona comercial.

Así, la aeronave afectada por el rayo se encuentra estacionado en el párquin P3, junto al parque móvil de los bomberos del aeropuerto de Lavacolla, y junto al hangar privado que tiene en la terminal compostelana el empresario de Inditex, Amancio Ortega.