Un restaurante saudí cobra un extra por no terminar la comida. Y no se trata de costumbres específicas del país, ni de una intención de subir la cuenta a base de símiles de regañinas maternas. Se trata de una iniciativa más que sensata y sobre todo solidaria.

El dueño de esta casa de comidas, reflexionó el pasado Agosto, en periodo de Ramadán, sobre las constantes noticias de la hambruna declarada en el Cuerno de África y sobre la cantidad de comida que se desperdicia a diario en el mundo, ejemplo que tenía bien claro en su establecimiento.

Así que decidió imponer una tasa extra en la cuenta de los comensales que pidieran más comida de la que iban a consumir y que la dejaran después en el plato.

Y los clientes, tras la sorpresa inicial, han quedado encantados con la iniciativa.

Y es que además de intentar concienciar a sus clientes de que no deben desperdiciar la comida y pensar en quienes no la tienen, el restaurante destina este dinero extra a proyectos concretos en Somalia y otros países aquejados por la hambruna.

Una idea razonable, solidaria y tan curiosa que ha aumentado el éxito de público del local en tan solo dos meses.