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© AFPLa imagen del hombre que conspiró en 1605 para volar el Parlamento británico une a los manifestantes de 'Ocupa' con el grupo Anonymous
Generaciones de británicos han crecido comprometiéndose a "Recordar, recordar el 5 de noviembre: pólvora, traición y conspiración": la figura de Guy Fawkes estará relacionada para siempre con fuegos artificiales, fogatas y diversión infantil.

Actualmente - más de 400 años después de la espantosa muerte del hombre que conspiró con hacer volar las Cámaras del Parlamento con barriles de pólvora - , integrantes de los movimientos Ocupa Wall Street y Anonymous están deseando dar su propia razón para recordar a la Noche de Guy Fawkes.

El sábado 5 de noviembre, cientos de manifestantes con máscaras siniestras blanco y negro de Guy Fawkes planean marchar hacia el Parlamento en el centro de Londres.

"Será una noche que nuestro gobierno nunca olvidará", dijo Malcolm, miembro del grupo de hackers Anonymous, con una sonrisa. "Nuestro gobierno debería estar esperándonos".

La marca recreará las escenas finales de "V de Venganza", una película basada en las historietas de Alan Moore sobre un misterioso revolucionario enmascarado que logra acabar con un régimen totalitario, triunfando donde Fawkes fracasó haciendo estallar al Parlamento.

La máscara Guy Fawkes, usada por V, el protagonista de la película - con una sonrisa diabólica, bigote negro y barba de chivo demoniaco con un fondo blanco - se ha convertido en el talismán de una nueva generación de activistas que representan una ola sin precedentes de disgusto y enojo en todo el mundo en contra de figuras del sistema.

La máscara fue vista el mes pasado en las manifestaciones de Ocupa desde Oakland hasta Hong Kong, mientras la gente se une en contra de lo que considera una creciente avaricia corporativa y desigualdad social, sin embargo, la máscara fue empleada por primera vez por el grupo internacional de hackers Anonymous en el 2008.

El grupo de hackers, conocido por sus ataques en línea contra bancos de alto perfil y agencias gubernamentales, utilizó en un principio las máscaras para ocultar sus identidades en protestas públicas contra la Cienciología Eclesiástica en el 2008.

Recientemente, Julian Assange, fundador de WikiLeaks, utilizó una en un mítin en la Catedral de San Pablo en Londres, donde manifestantes de Ocupa e integrantes de Anonymous han estado acampando en carpas desde que la manifestación empezara hace tres semanas.

Malcolm, un integrante de Anonymous de 44 años de edad y campista, dijo que la máscara se ha convertido en un "símbolo internacional de la rebelión y el anonimato".

"La idea de utilizar la máscara es poder ir a una protesta sin temor a represalias o agresión por parte del sistema", destacó Malcolm, con la máscara puesta en la parte superior de su cabeza. "No tengo problema con que alguien sepa mi identidad, pero me gusta el hecho de que pueda escoger lo contrario".

Joshua Whitfield, de 19 años, es un aficionado de los libros de Venganza pero afirma que no importa la razón por la cual la gente decide usarla.

"Algunas personas la usan para llamar la atención, otros porque saben de lo que se trata. Me pareció que mostraría mi apoyo al libro y a Anonymous al ponerme la máscara y ser parte del movimiento".

La popularidad de la máscara - con ventas estimadas de 100,000 unidades el año pasado- ha creado cierta interrogante para activistas que están buscando socavar, no apoyar, los negocios del sistema.

Time Warner (que también es dueño de CNN) posee los derechos de las máscaras, por lo que cada máscara que se vende representa más dinero -aunque sea una pequeña cantidad- para las arcas del corporativo.

En lugar de seguir dando dinero a una compañía que dicen que no apoyan, los activistas están consiguiendo sus propias réplicas de la máscara, producidas en masa y embarcadas desde Asia, según varios integrantes de Anonymous.

En lugar de comprar una máscara con licencia oficial en una tienda del centro del Londres, Whitfield dijo que podía comprar su máscara con un integrante de Anonymous por 3 euros.

"No queremos que la gente le dé dinero de su bolsa a un corporativo y esta es una de nuestras soluciones", explicó Malcolm, de Anonymous.

En los cuatro siglos que han pasado desde que Fawkes fuera sentenciado a muerte - colgado y descuartizado- por su traición, ha habido gran discusión en Inglaterra sobre si fue un terrorista o un luchador por la libertad.

Irónicamente, Fawkes lejos de ser un héroe antisistema, se ha considerado como un monarquista que simplemente quería reemplazar al rey anglicano por una reina católica.

Pero es quizás su etiqueta de "hombre de acción" lo que más intriga a los activistas en contra del sistema de la actualidad.

Malcolm repite con una sonrisa el viejo adagio sobre Fawkes: "Como dicen: Guy Fawkes fue el único hombre en la historia en entrar al Parlamento con intenciones honestas".