Imagen
© Desconocido
Los franceses aguardan con marcado pesimismo el informe oficial sobre el desempleo durante el mes de octubre, el cual será publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (INSEE).

El ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, aseguró que mientras la crisis se mantenga en toda la Eurozona no existe ninguna posibilidad de que mejoren las ofertas de trabajo.

Reconoció, además, que Francia incumplirá las perspectivas de terminar 2011 con el nueve por ciento de desempleo, tal y como lo había estimado el gobierno.

En estos momentos el dato oficial indica que 9,6 por ciento de las personas en edad laboral están sin trabajo o tienen un puesto a tiempo parcial.

Las últimas estadísticas conocidas corresponden al mes de septiembre, durante el cual se perdieron más de 26 mil empleos en todo el país.

De acuerdo con un estudio presentado recientemente por el INSEE la posibilidad de perder el trabajo, junto con el encarecimiento del costo de la vida, están entre las preocupaciones más grandes de las familias francesas.

Los temores se acrecentaron después del anuncio de varios sectores, como el de la banca de inversiones y la industria automovilística, de reducir sus gastos de mano de obra para enfrentar el marcado descenso en el consumo.

En el ánimo de los hogares también gravita el plan de austeridad impuesto por el gobierno para tratar de impedir el contagio de la crisis de la deuda pública, un problema extendido ya por varios países de la Unión Europea.

La mayor parte del costo de este programa recaerá sobre las familias de ingresos medios o bajos, según han demostrado diversas investigaciones.