Comentario: El siguiente artículo está parcialmente basado en el escrito "La teoría de la desintegracion positiva de Dabrowski" de Raquel Pardo de Santayana Sanz.

No te pierdas este sábado en DIRECTO nuestro programa Radio SOTT, donde hablaremos con Harrison Koehli sobre la teoría de desintegración positiva de Dabrowski.


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"En la civilización occidental la vida interior del individuo - con toda su riqueza - se encuentra relegada al último plano de la existencia. El hombre está tan atrapado en el engranaje de la vida mecanizada que no le queda tiempo para hacer alto ni el poder de atención necesario para dirigir hacia sí mismo su mirada mental. El hombre pasa sus días absorbido por las circunstancias. La inmensa máquina que lo arrastra gira sin cesar y le impide detenerse, a riesgo de ser destrozado. Hoy como ayer y mañana como hoy, se agota el hombre en esa carrera desenfrenada, lanzado en una dirección que, en definitiva, no lo conduce a ninguna parte. La vida pasa casi desapercibida, rápida como un trazo de luz; después, siempre ausente de sí mismo, cae, devorado." Boris Mouravieff, Gnosis I
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En la época actual en la que vivimos nos encontramos ante unas circunstancias preocupantes a todos los niveles. La situación es evidentemente insostenible. Cada día que pasa las masas sociales se sienten más furiosas y confusas; se sienten engañadas por sus gobiernos, por las multinacionales en las que trabajan o de las que son clientes, no saben en quién creer y no se divisan posibles soluciones eficientes para mejorar el estado de las cosas. La ciencia miente y la educación que reciben los niños es defectuosa y se ha quedado totalmente obsoleta. Y podría continuar con una larga lista presentando los aspectos corruptos de nuestra realidad creados y controlados por el Poder Reinante, pero esta vez me centraré en algo muy concreto y vital: ¿Qué ocurre con la masa social, con las personas que en su mayoría se sienten furiosas y confusas? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué podemos hacer para mejorar la situación que estamos viviendo? ¿Es suficiente con manifestarse en las calles abogando por el fin del capitalismo o de un gobierno? En este artículo hablaremos sobre estas cuestiones.

Teoría de la Desintegración Positiva

Kazimierz Dabroswki fue un psicólogo, médico y psiquiatra que, después de varios años de experiencia como psicoterapeuta e investigador de la vida de individuos superdotados y personajes famosos por sus logros, desarrolló la Teoría de la Desintegración Positiva, centrada en el estudio y observación de la evolución personal de los individuos hacia estadios psicológicos más avanzados.

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© DesconocidoKazimierz Dabrowski
Para ello, Dabrowski postuló que existen distintas fases dentro del crecimiento personal, las cuales están interconectadas unas con otras. Cada fase o nivel de desarrollo está "compuesto" por una serie de características que definen el mismo y que Dabrowski denominó dinamismos. Así pues, los dinamismos son las características cognitivo-emocionales que definen el nivel de desarrollo del individuo.

A continuación analizaremos los niveles de desarrollo y sus dinamismos con el fin de definir cuáles son las rasgos que guían la voluntad humana y de cómo vive la masa social; si el ser humano se conoce a sí mismo obtendrá su propio estado de bienestar e igualmente será capaz de ayudar de forma beneficiosa a los demás.

Es necesario aclarar que evidentemente cada ser humano es distinto, y que, por tanto, manifiesta características de los diferentes niveles de desarrollo; de hecho es lo habitual. Pero ciertamente, cada persona, aunque sus manifestaciones pertenezcan a las diferentes fases, estará más sumergido en un nivel concreto que en los demás.

Fase de integración primaria

Este nivel de desarrollo nos habla de las características innatas de un individuo, basadas en el egocentrismo, hecho que provoca que el sujeto perciba el ambiente externo como un lugar en donde conseguir sus intereses más inmediatos; a su vez, las personas que componen ese ambiente externo son meros instrumentos con los cuales lograr los objetivos que se ha propuesto.

Cabe destacar que el nivel de integración primaria corresponde a la forma de percibir el mundo desde una perspectiva psicopática. El psicópata experimenta la vida de esta manera. Para el resto de las personas es un paso previo antes de adquirir los valores sociales establecidos en su cultura de pertenencia

Las características o dinamismos principales de este nivel reflejan aún mejor el comportamiento psicopático:

Conflicto externo: El sujeto se mantiene en un continuo conflicto con el resto de los individuos del medio que le rodea cuando no se siente responsable de sus acciones (un rasgo fundamental del psicópata: ausencia de sentimiento de culpabilidad por sus acciones manipuladoras, agresivas, etc., es decir, irresponsabilidad ante sus actos sea de la naturaleza que sean).

Sintonía temperamental: Cuando el sujeto participa en actividades grupales con el resto de individuos, se adapta a las circunstancias —sobre todo si las actividades no tienen implicación emocional alguna—, siempre con el fin de lograr su objetivo.

Si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad controlada en su mayoría por psicópatas, que estipulan cuáles son los valores éticos y morales de las civilizaciones, controlan el complejo militar/industrial y que, por tanto, manipulan los sistemas en los que la humanidad se sustenta, podemos hacernos una ligera idea de por qué el mundo se encuentra en la situación actual, donde los valores humanos se perdieron y los individuos son meros instrumentos del Sistema, utilizados para conseguir los fines que se propongan , ya sea por parte de las corporaciones internacionales o de los gobiernos —aunque ambos van siempre de la mano—. Recomiendo el documental La Corporación para verlo más claramente.

Fase de desintegración uninivel

En este nivel, el individuo asume los "valores" sociales de la cultura a la que pertenece, es decir, se forja en su personalidad la moral, la ética, o más claramente los conceptos de qué está bien y qué está mal. En primer lugar, en este punto las personas son condicionadas por la cultura, adquiriendo una visión subjetiva de la realidad que no le permite ver las cosas tal como son, sino tal como le ha sido inculcado. Este hecho resta libertad en el individuo, ya que, en lugar de pensar por sí mismo, es pensado por la sociedad a la que pertenece. Y una sociedad fundamentada en el egoísmo, la manipulación y la mentira no puede sino crear individuos de similares características.

Evidentemente no estoy diciendo que todo ser humano sea de esta manera, pero sí es cierto que la tendencia actual es ésta. Con tan sólo echar un vistazo a nuestro alrededor —y por qué no, a nosotros mismos— comprobaremos que esta afirmación no está alejada de la verdad que vivimos cada día en el trabajo, con la familia o con los vecinos.

En cierta manera, según Dabrowski, la desintegración uninivel provoca un choque interno en el sujeto ya que los nuevos valores integrados se contrastan con la tendencia egoísta de la integración primaria. Cierto es que, como veremos ahora, se crea un conflicto interno entre las tendencias primarias y los valores adquiridos. Aunque ahora los valores están basados en el egocentrismo, cosa que no se diferencia demasiado de el estado de integración primaria. Las personas tienen valores también positivos, no podemos decir que todas son egocéntricas. Pero es la tendencia dominante. En el mundo laboral se puede ver esto de forma muy clara. Según en qué ámbito laboral nos encontremos - en casi todos-, es posible observar que las virtudes de una persona no son relevantes en absoluto, sino que lo importante es cuál es su cota de producción. No importa que engañe, que manipule y que pase por encima de sus compañeros. Igualmente existe tal condicionamiento en nuestra vida social, en la que el concepto de amistad o fraternidad se ha convertido en algo ambiguo. De hecho, la fraternidad o el trabajo en grupo se ha transformado en algo extraño y sospechoso para la sociedad actual.

A continuación analizaremos los dinamismos de este nivel.

Ambivalencia: Es la coexistencia entre los sentimientos primarios - egoístas- y los valores sociales adquiridos. Prácticamente todo ser humano se debate entre una tendencia u otra cuando ha de tomar una decisión.

Ambitendencia: Deriva de la ambivalencia; es la contradicción plasmada en la conducta del sujeto.

Susceptibilidad hacia la influencia externa: Es la sensibilidad del individuo ante las opiniones o consideraciones vertidas por el grupo al que pertenece, ya sea por su carácter o la conducta.

Es innegable que a los seres humanos nos importa mucho lo que los demás opinen de nosotros. Uno de los motivos de por qué ocurre esto es porque las personas requieren ser admitidas por el grupo o sociedad a la que pertenecen o desean pertenecer. Otro motivo es el orgullo y la necesidad del individuo por ser bien considerado. En parte de ahí nace la hipocresía.

Identificación: Una necesidad general para el ser humano es identificarse con alguno o varios aspectos de la realidad circundante, sea una ideología, un partido político, una imagen, religión, deporte, un grupo de personas y un largo etcétera. El sentirse identificado le proporciona seguridad y un supuesto bienestar psicológico.

Contrario a lo que suele decirse, esto no es positivo, pues resta la libertad del sujeto porque cree que no puede hacer ciertas cosas que no entran en los valores estipulados por el grupo de pertenencia y, además, cada persona debería de sentirse segura de forma individual, y su bienestar psicológico habría de surgir de ella misma. Eso no significa que no participemos de una forma u otra en o con un grupo. Es decir: una cosa es sentirse identificado con un grupo o idea y vivir tan sólo según sus normas o formas de percibir y experimentar la realidad, y otra bien distinta es ser afín a un grupo y contribuir a una causa común para el beneficio individual y colectivo manteniendo la propia libertad de pensamiento y de conducta.

Ahondando aún más en el concepto de "identificación", podemos ver que continuamente las personas se identifican con todo: con una emoción, con una creencia, con un objeto, con un grupo, etc. Aquello que le parece más atractivo a un ser humano será la cosa con la que se sienta más identificado. Y teniendo en cuenta que las personas en su fuero interno son contradictorias respecto a sus creencias, sentimientos y conducta, durante un instante se sentirán identificadas con cualquier cosa, y al siguiente momento la repudiarán, a su vez identificándose con otra. Algunas veces se mantendrán fieles a "sus principios" aunque internamente se sientan confusas y un día quieran aquello y al otro día no lo quieran más.

En muchas ocasiones los seres humanos no ven las cosas claras. Sí que es cierto que es necesario desarrollar la capacidad de analizar cada aspecto de la vida desde todos los prismas posibles, pero eso no significa que tengamos que identificarnos con cada uno de ellos en todo momento. No identificarnos supone ver las cosas con claridad, con objetividad, y eso nos guiará hacia la dirección correcta en nuestro bienestar psicológico. G.I. Gurdjieff dijo:
[...]El hombre está siempre en estado de identificación; sólo cambia el objeto de su identificación.
"El hombre se identifica con un pequeño problema que encuentra en su camino y olvida completamente las grandes metas que se propuso al principio de su trabajo [entiéndase "trabajo" como desarrollo personal]. Se identifica con un pensamiento y olvida todos los demás. Se identifica con una emoción, con un estado de ánimo, y olvida otros sentimientos más profundos. Al trabajar sobre sí mismas, las personas se identifican hasta tal punto con metas aisladas que pierden de vista el conjunto. Para ellas los dos o tres árboles más cercanos llegan a representar todo el bosque.

"[...]Es indispensable ver y estudiar la identificación a fin de descubrirla en nosotros mismos hasta sus raíces más profundas. Pero la dificultad de la lucha contra la identificación se acrecienta aún más por el hecho de que cuando la gente la nota, la mira como una cualidad excelente y le concede los nombres de «entusiasmo», «celo», «pasión», «espontaneidad», «inspiración», etc. Consideran que realmente no pueden hacer un buen trabajo en cualquier terreno sino en estado de identificación. En realidad esto es una ilusión. En tal estado el hombre no puede hacer nada sensato. Y si la gente pudiera ver lo que significa el estado de identificación, cambiaría de opinión [...]. Miren a la gente en las tiendas, los teatros o restaurantes. Vean cómo se identifican con las palabras cuando discuten o tratan de probar algo, sobre todo algo que no conocen. No son más que deseo, avidez, o palabras; de ellos mismos no queda nada.

[...]Mientras un hombre se identifique o sea susceptible de identificarse, es esclavo de todo lo que puede sucederle. La libertad significa ante todo liberarse de la identificación."
Mientras continuemos identificándonos con los valores psicopáticos establecidos, mientras sigamos siendo esclavos de nuestro condicionamiento moral, ético, educacional, religioso, cultural, etc., nunca seremos libres de pensar y actuar conscientemente por nosotros mismos. Sería apropiado reconocer que somos responsables de nuestra esclavitud. Ser responsables en lugar de quejarnos de cuanto acontece en el mundo y de lo que nos ocurre a nosotros mismos.

Conflicto interno: En ciertas ocasiones, sobre todo cuando el sujeto recibe un choque psicológico provocado por una situación que puede considerar conflictiva o problemática, nace lo que es conocido como conflicto interno. Esto significa que el individuo, tras percibir el condicionamiento que lo mantiene subyugado, comienza a darse cuenta de su esclavitud ante la vida, y se plantea que quizá podría ser una persona diferente y más íntegra de lo que creía. Las personas que la sienten con frecuencia llegan a plantearse "lo que son" y lo que "podrían o deberían ser". Aunque considerarse esclavo de la sociedad de pertenencia es duro y un proceso en ocasiones doloroso, es un paso muy importante, ya que darse cuenta conscientemente de ello transporta a las personas hacia el comienzo del desarrollo psicológico positivo, en el que verán su condicionamiento y programas psicológicos más arraigados - sobre todo en la infancia-.

Conflicto externo: En ocasiones se crea el conflicto externo, pero ya no como antes, debido a que el individuo se adapta a lo convencionalmente aceptable en el plano social.

Podemos ver claramente que la inmensa mayoría de las personas, indiferentemente de la cultura, país o credo al que pertenezcan, viven en circunstancias similares a las expuestas. Dentro de nosotros se gestan contradicciones todos los días de nuestras vidas, e igualmente ocurre con nuestro comportamiento; somos completamente susceptibles a las influencias externas, y aunque cueste aceptarlo, dependemos muchas veces de ellas para vivir e incluso para definirnos como personas. Nos identificamos con cualquier cosa y nos arrebatamos a nosotros mismos la libertad de pensar y actuar por nuestra cuenta. Y a veces nos planteamos si todo esto es correcto o positivo para nuestras vidas. Quien se hace consciente de ello comienza a vivir de forma distinta, y es aquí donde empieza el desarrollo psicológico positivo.

Condicionamiento; programación de la psique

Antes de continuar ahondando en la Teoría de la Desintegración Positiva, quisiera enfocar la atención en un punto concreto: el condicionamiento, la programación o inculcación de una serie de ideas, preconceptos, prejuicios, etc. que configuran la percepción y la forma de vivir de cualquier individuo.

A través de la experiencia y de la asunción de los valores establecidos, ya en la infancia los seres humanos crean el hábito de utilizar "máscaras psicológicas" con el fin de sentirse seguros en el ambiente en el que se encuentran. Los factores que crean estas máscaras son varios; el aprendizaje por imitación, los traumas ocasionados en la infancia, la supervivencia en el ambiente, etc. Por este motivo, con la asunción de los valores establecidos, los individuos ya no mantienen tantos conflictos externos como en la fase de Integración Primaria. Estas "máscaras psicológicas" son conocidas también como "difusión de la identidad" o disociación. Laura Knight-Jadczyk escribe:
"La difusión de identidad se refiere a la estructura psicológica caracterizada por la fragmentación en lugar de la integración de las representaciones de uno mismo y otros, uno mismo en relación con otros, que es internalizada durante los años de crecimiento de una persona.

[...]

[...] una persona puede disociar en cualquier momento cuando está pasando por un periodo duro que pone mucha presión sobre las emociones y el pensamiento. La cuestión es, que una vez que lo haces, se vuelve más fácil de hacer la siguiente ocasión y la siguiente y la siguiente...

[...]

"La difusión de la identidad se convierte en un problema cuando lleva a emociones carentes de valores u objetivos o un "yo central". Esto quiere decir que la persona va a través de la vida sin creencias, valores ni metas consistentes; no tienen un sentido claro de dirección; y lo que es claro para ellos está determinado únicamente por la situación en la que se encuentran. Son como veletas, cualquier dirección en la que el viento sople, giran y van hacia allá. Si están con un grupo que hace esto o aquello, lo hacen sin pensarlo porque eso es lo que todos están haciendo.

"Creo que todos ustedes pueden ver fácilmente que la difusión de identidad se manifiesta en mayor o menor medida en prácticamente todo el mundo."
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La disociación de la personalidad - en el contexto que nos ocupa - nos lleva a la ambivalencia de la conducta humana, y obviamente se crean y continúan sus manifestaciones debido a la susceptibilidad ante la influencia externa, la identificación con los estados disociativos, los traumas - como hemos comentado más arriba, ocasionados en la infancia-, el narcisismo en la familia, etc. Y cuando una persona se da cuenta de ello, aparece el conflicto interno que le hace reflexionar acerca del por qué de sus pensamientos y emociones. En la enseñanza del Cuarto Camino, el concepto de disociación es conocido como "tope".

Gurdjieff define los topes de esta manera:
"«Tope» es un término que necesita una explicación especial. Todos saben lo que son los topes de los vagones de ferrocarril: aparatos amortiguadores de choques. Los topes atenúan los efectos de estos choques y los hacen imperceptibles."

"En el hombre existen dispositivos exactamente análogos. No son creados por la naturaleza sino por el hombre mismo, aunque involuntariamente. En su origen se encuentran las múltiples contradicciones de sus opiniones, de sus sentimientos, de sus simpatías, de lo que dice, de lo que hace. Si un hombre tuviese que sentir durante su vida entera todas las contradicciones que están en él, no podría vivir ni actuar tan tranquilamente como ahora. Sin cesar se producirían en él fricciones; sus inquietudes no lo dejarían reposar nunca. No podemos ver cuán contradictorios y hostiles entre sí son los diferentes «yoes» que forman nuestra personalidad. Si un hombre pudiera sentir todas estas contradicciones sentiría lo que él realmente es. Sentiría que está loco."

"Un hombre no puede destruir sus contradicciones, pero deja de sentirlas cuando los topes aparecen en él. A partir de entonces ya no siente los impactos que resultan del choque entre perspectivas, emociones y palabras contradictorias."

"Los «topes» se forman lenta y gradualmente. Muchísimos se crean artificialmente por la «educación». [...] El hombre está rodeado de gente que habla, piensa, siente, vive por medio de sus «topes». Al imitarlos en sus opiniones, acciones y palabras, crea involuntariamente en sí mismo «topes» análogos que le hacen la vida más fácil, ya que es muy duro vivir sin «topes». Pero éstos impiden toda posibilidad de desarrollo interior porque están hechos para amortiguar los choques; empero, los choques, y sólo ellos, pueden sacar al hombre del estado en que vive, es decir, despertarlo."
Sencillamente, a lo que Gurdjieff se está refiriendo es a que nos engañamos a nosotros mismos continuamente. Y esto, por consiguiente, significa que en muchas ocasiones nuestras relaciones interpersonales son ilusorias, en el sentido de que según en el contexto o situación en la que nos encontramos adoptamos un papel que posiblemente no queramos interpretar.

Aquí también entra en escena el concepto de "familia narcisista". En primer lugar, es necesaria una definición básica sobre el concepto de narcisismo como tal. No al narcisismo como trastorno psicológico, si no como conducta del individuo, que en ocasiones puede ser debido a un trastorno y en otras al condicionamiento mencionado. En palabras de Stephanie Donaldson-Pressman y Robert M. Pressman, autores de la obra La familia narcisista, el narcisismo es "estar absorto en sí mismo, padecer una carencia de consideración y/o preocupación, una cierta superficialidad, preocupación por las apariencias externas, falta de profundidad, distanciamiento - desgana de acercarse mucho o dar mucho-." Por tanto, "cualquiera de todas estas descripciones, en distintos grados y con una distinta frecuencia, pueden ser utilizados para describir al sistema parental de la familia narcisista". Debido a las circunstancias socioculturales, podemos percatarnos de que esta misma descripción equivale en parte a la sintomatología de la psicopatía. Aunque las figuras parentales de una familia narcisista no sean psicópatas, el hecho de que el Poder Reinante esté en manos de psicópatas y/o individuos patológicos que estipulan los valores y modelos a seguir, provoca que las personas actúen de manera narcisista, a su vez perjudicando a sus hijos, pudiendo afectarles traumáticamente en su infancia y después en la adultez, "obligándoles" a que creen "topes" o "máscaras psicológicas" para sobrevivir en lo que perciben como la "jungla de la sociedad" en la que gana el más fuerte.

Las máscaras psicológicas fueron necesarias en la infancia del niño para sobrevivir psicológicamente a la vida circundante, en donde no tenía control real sobre las situaciones de la vida; el problema es que estas máscaras se continúan utilizando luego en la adultez, cuando ya no son necesarias. Seguir utilizando estas máscaras distorsiona la percepción de la realidad sobremanera.

Los aspectos psicológicos comentados obviamente son vividos y manifestados de forma inconsciente por las personas, ¡si no muchas cosas serían distintas en el globo azul!

Darnos cuenta de nuestros programas, traumas, preconcepciones y demás parámetros es esencial para que un ser humano se convierta en una persona psicológicamente sana.

Potencial de desarrollo

Cada persona dispone de un potencial con el que desarrollar su evolución personal. Dabrowski lo denomina "potencial de desarrollo". Raquel Pardo de Santayana Sanz, en su artículo "La teoría de la desintegración positiva de Dabrowski", define las características y/o componentes del potencial de desarrollo de la siguiente manera:
"El "potencial de desarrollo" lo forman tres componentes básicos: herencia, ambiente y un factor autónomo. La herencia responde a unas capacidades de partida de las que el sujeto dispone denominadas "sobre-excitabilidades"; el segundo elemento lo constituyen las posibilidades que el medio otorga al individuo para que lleve a cabo esa evolución y, por último, el factor autónomo hace referencia a la conciencia y auto-dirección que el individuo presenta hacia un desarrollo propio, que aparece claramente en el sujeto en el cuarto nivel[Desintegración Multinivel organizada], representado por el dinamismo denominado "tercer factor" o "elección consciente".

Por tanto, son dos los factores internos que promueven la desintegración positiva en el sujeto. El primero viene definido por la conciencia del sujeto sobre: sus posibilidades, las posibilidades que otorga el ambiente y cómo ambas pueden combinarse - es decir, es el factor que rige la conducta de acuerdo con los valores dominantes del sujeto-. Por su parte, las sobre-excitabilidades, determinan el potencial innato que el individuo posee para alcanzar los distintos niveles de desarrollo. Así pues, dependiendo del grado en que se den estas intensidades y la forma en que el sujeto logre desarrollarlas y ajustarlas al medio a través del factor autónomo, podrá alcanzar niveles inferiores o superiores en el proceso de desintegración positiva."
Referente a las sobre-excitabilidades mencionadas, ciertos patrones de conducta del individuo —es posible observarlo desde la infancia— nos pueden dar pistas de sus posibilidades innatas de desarrollo. Esto significa que algunos comportamientos que social o culturalmente son considerados como inapropiados, excesivos, compulsivos e incluso obsesivos, nos están dando información sobre cuáles son las posibilidades de desarrollo de una persona. Si al sujeto se le muestran una serie de pautas y herramientas con las que canalizar esta energía, todas aquellas conductas que en muchos casos son perjudiciales para su vida —en el sentido amplio del término— es posible transformarlas en beneficiosos pasos de desarrollo psicológico positivo. La siguiente tabla nos muestra algunos ejemplos de los diferentes tipos y manifestaciones de las sobre-excitabilidades: psicomotora, sensitiva, intelectual, imaginativa y emocional.

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© Raquel Pardo de Santayana SanzCuadro de manifestación de las sobre-excitabilidades
Fase de Desintegración Multinivel espontánea

Un poco más arriba ya lo hemos comentado: cuando el individuo siente que no es lo que quiere ser y comienza a plantearse lo que podría o debería ser, empieza —o se abre una puerta hacia ello— su desarrollo psicológico positivo. En este punto el sujeto percibe de forma confusa los cambios que siente en su vida; no ve muy claro hacia dónde le llevará este proceso, aunque esté experimentando cambios internos. Por este motivo es desintegración espontánea.

A partir de entonces los dinamismos cobran un valor real de desarrollo. En ocasiones ciertos procesos de develación de programas inculcados, de traumas, etc., llegan a ser duros para el individuo, pero necesarios para la limpieza emocional y el desarrollo psicológico positivo.

Para comprender mejor de qué estamos hablando, desarrollaremos la descripción de los dinamismos característicos de este estadio.

La jerarquización: El individuo es consciente de la existencia de niveles superiores e inferiores de desarrollo psicológico, comprendiendo cuál es su representación en la vida individual y colectiva.

Insatisfacción con uno mismo: En este punto, el conflicto interno se intensifica y el sujeto se siente insatisfecho con lo que es y con sus manifestaciones en las situaciones que vive en su vida diaria. Eso suele provocar enfado y frustración, y es probable que, al ser cada vez más consciente de sus programas y condicionamientos, entre en un proceso depresivo. En este caso el proceso depresivo en cuestión no será negativo mientras el sujeto no se permita hacerlo durar más de lo necesario. Por extraño que parezca, la depresión puede ser un paso necesario para comprender lo que somos ahora y lo que podemos llegar a ser. En palabras de Gurdjieff,
"El despertar [es decir, darse cuenta del condicionamiento de uno mismo y de la imposibilidad para ser psicológicamente sano en su actual estado] sólo es posible para aquellos que lo buscan, que lo quieren, y que están dispuestos a luchar consigo mismos, a trabajar sobre sí mismos, mucho tiempo y con perseverancia para obtenerlo. Con este fin, es absolutamente necesario destruir los «topes», es decir, ir al encuentro de todos los sufrimientos interiores que están ligados a la sensación de las contradicciones. Además, la destrucción misma de los «topes» exige un trabajo muy largo [...], comprendiendo bien que para él el despertar de su conciencia estará acompañado de todas las incomodidades y de todos los sufrimientos imaginables."
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Gurdjieff deja patente que, a diferencia de lo proclamado por los gurús y seguidores de la Nueva Era, el desarrollo psicológico y espiritual de uno mismo no es un camino sencillo únicamente enfocado en lo positivo y a la "creación de la propia realidad a través del amor", sino que es un camino basado en el compromiso con uno mismo, en el que se puede encontrar con aspectos desagradables que forman parte de su psique, al igual que también se encontrará con sus heridas traumáticas, narcisistas, etc. De igual manera, De Santayana Sanz escribe que para Dabrowski, "ese desarrollo o transición no se produce a través de procesos armónicos sino que, por el contrario, responde a vivencias cargadas de tensión, conflictos internos, ansiedad e, incluso, desesperación y sufrimiento. Únicamente pueden encontrarse individuos sin una lucha interior cuando están en el nivel más primitivo de desarrollo y no presentan potencial para «evolucionar», o bien cuando han alcanzado el nivel superior."

Inferioridad hacia uno mismo: Ligado a la insatisfacción de uno mismo, debido a la conciencia de su real estado psicológico y teniendo presente la existencia de diferentes niveles de desarrollo, el sujeto puede sentir inferioridad ante lo que es y lo que podría ser. Esto implica un posible proceso depresivo positivo como ya hemos comentado más arriba.

La sorpresa e incredulidad sobre uno mismo: Este dinamismo representa la conciencia crítica de sí mismo, es decir, siendo consciente de su actual estado psicológico, el individuo se sorprende de su propia conducta, de sus contradicciones y también de las de los demás, provocando un sentimiento de sorpresa crítica ante ello, deseando corregir lo que considera sus defectos.

Sentimientos de vergüenza o culpa: Estos sentimientos surgen cuando el individuo tiene la sensación de no estar cumpliendo con su criterio de valoración según su concepto de jerarquización moral. En ocasiones, las personas que buscan y desean convertirse en individuos psicológicamente sanos llegan a ser demasiado críticos consigo mismos, ya que saben o perciben "lo que deberían ser o serán" y quieren ajustarse a ése modelo idealizado de persona íntegra.

Pero es necesario recordar que normalmente todo proceso en la vida es paulatino, y a veces las personas tenemos conductas indeseables que luego repercuten en nuestro juicio interno —haciéndonos pensar que somos sucios o no merecedores de ser personas íntegras y psicológicamente sanas—, pero no por ello somos malos ni nuestro esfuerzo es en vano. Es decir, también debemos permitirnos el equivocarnos, lo importante es que nos demos cuenta de que quizá lo podríamos haber hecho de otras maneras. Todo son lecciones.

Desajuste positivo: Cuando el sujeto se percata de que los valores establecidos - que le fueron inculcados- no son los más adecuados en relación a su bienestar psicológico, comienza a gestarse un sentimiento de protesta interna ante los mismos, y es en este punto en donde nace su propio pensamiento independiente. Este hecho abre la mente de la persona, aceptando que existen más posibilidades de las que le fueron mostradas desde la infancia.

Empatía: Este dinamismo nos indica la capacidad de compartir con otras personas los sentimientos y necesidades de uno mismo, y a su vez de ponerse en el lugar de las personas y comprender qué sienten los demás y por qué.

Actualmente la capacidad empática de las personas, en la gran mayoría de casos, brilla por su ausencia. Centrados en nosotros mismos y en lo que nos ocurre, olvidamos las preocupaciones y sentimientos de los demás en muchas ocasiones.

Los mamíferos tenemos una capacidad fisiológica llamada "resonancia límbica". También es conocida como "contagio del estado de ánimo". Wikipedia define la "resonancia límbica":
La resonancia límbica es la capacidad de compartir estados emocionales profundos que surgen del sistema límbico del cerebro. Estos estados incluyen los sentimientos promovidos por el circuito dopamínico de la armonía empática y los estados emocionales de miedo originados por el circuito noreprinefrínico, la ansiedad y la ira. El concepto fue propuesto por primera vez en el libro "A general theory of love". Se refiere a la capacidad de conexión empática y no verbal de los animales y que forma la base de nuestras conexiones sociales al igual que los fundamentos de varios modos de terapia y curación. Según los autores, profesores de psiquiatría de la UCSF, nuestros sistemas nerviosos no son independientes, sino que, de manera demostrable, están en consonancia con aquellos a nuestro alrededor con los que tenemos una relación estrecha. "En el resplandor de su nuevo cerebro, los mamíferos desarrollaron una capacidad que denominamos "resonancia límbica", una sinfonía de intercambio mutuo y adaptación interna en la que dos mamíferos pasan a estar en consonancia con los estados interiores del otro. Por ejemplo, los autores vuelven a contar detalladamente los conocidos experimentos de Harry Harlow que establecen la importancia del contacto físico y afecto en el desarrollo cognitivo y social del mono Rhesus. También hacen un uso extensivo de la investigación posterior a cargo de Tiffany Field del contacto madre/bebé, Paul D. MacLean sobre el cerebro triúnico (reptiloide, límbico, y neocórtex), y la obra de G.W.Kraemer.

[...] En "A handbook of Psychology" (2003) se traza un claro camino a partir de 1965 Winnicott identificando el concepto de madre e hijo como un organismo de relación o pareja y prosigue para examinar la interrelación de la respuesta social y emocional con el desarrollo neurológico y el papel del sistema límbico regulando la respuesta al estrés.

La Resonancia límbica también se conoce como "resonancia empática", como en el libro "Empathy in Mental Illness" (2007), que establece la importancia de la empatía o falta de ella en una amplia gama de patologías individuales y sociales. Los autores Farrow y Woodruff citan el trabajo de Maclean, 1985, que establece que "La empatía puede que sea el corazón del desarrollo de mamíferos, la regulación límbica y la organización social", así como la investigación hecha por Carr y otros, 2003, que utilizaron resonancia magnética funcional la actividad para localizar actividad cerebral durante la observación y la imitación de expresiones faciales emocionales, concluyendo que "entendemos los sentimientos de los demás a través de un mecanismo de representación de las acciones que da forma al contenido emocional y que nuestra resonancia empática se basa en la experiencia de nuestros cuerpos en acción y las emociones asociadas con los movimientos específicos del cuerpo". Otros estudios citados examinan la relación entre las neuronas especulares (o neuronas espejo, activas durante la actividad imitando tal) y el sistema límbico, como los de Chartrand y Bargh, 1999: "Las áreas de neuronas especulares parecen controlar esta interdependencia, esta intimidad, este sentido de la agencia colectiva que surge de las interacciones sociales y que está estrechamente vinculada a la capacidad de formar resonancia empática."
Si el conjunto de personas que formamos una sociedad fuéramos más conscientes de esta capacidad, como dijo el neurocientífico Paul Maclean, pudiera ser que nuestra organización social mejorara. Es decir, si las personas fuéramos más atentas en relación a nuestras capacidades límbicas y también escucháramos a nuestro "segundo cerebro", en lugar de simplemente ceñirnos a los valores racionales establecidos, obtendríamos un cuadro más completo de la realidad tanto interna como externa.

Este cuadro más completo nos permitiría darnos cuenta de que la vida no es lo que el Poder Reinante nos ha inculcado por tantos años, si no que abarca posibilidades infinitas que tan sólo hay que explorar. Nos percataríamos de que hemos vivido a través de nuestros "topes", y de que no utilizamos todas las partes que nos configuran como seres humanos, tanto a nivel físico, emocional e intelectual, si no que nuestra psique está compartimentada por cada uno de estos "topes", traumas sufridos e informaciones en muchos casos ilusorias; únicamente utilizamos todo ello para sobrevivir de forma mecánica, reaccionando automáticamente ante las situaciones de la vida.

En este punto, el sujeto continúa luchando consigo mismo, y este conflicto interno se acentúa hasta llegar al siguiente nivel de desarrollo.

Fase de Desintegración multinivel organizada

En este punto de desarrollo, el individuo se plantea "lo que debería ser" y "lo que será". Ahora su meta es definida, conoce o empieza a conocer un método de Trabajo personal con el cual lograr su desarrollo psicológico positivo, comprende que es necesario el cambio, yendo más allá de su anterior visión de "ideal de personalidad". Asume la responsabilidad de sí mismo al igual que para con los demás, siendo consciente de que su propio desarrollo también puede llegar a ser importante para otras personas. Esta asunción de responsabilidad conlleva un fuerte sentimiento de altruismo, de entrega y superación.

Los dinamismos de este nivel son:

Conciencia de sujeto-objeto en uno mismo: Con esta capacidad el individuo obtiene una visión clara de la realidad de lo que es y de las situaciones que vive, es decir, es objetivo consigo mismo, se comprende a sí mismo y eso le permite corregirse en aquello que considera innecesario para su vida.

Tercer factor (elección consciente): Este dinamismo, como se ha comentado más arriba, es el que propulsa el factor autónomo. El sujeto, esforzándose por separarse conscientemente de la socialización inculcada, decide cuáles son los elementos positivos y negativos para desarrollar beneficiosamente sus capacidades. Esto implica el desarrollo del discernimiento, que, como define el glosario Cassiopaea, "es la capacidad para sentir la naturaleza verdadera de las cosas. El discernimiento es más una cualidad o habilidad que el estado de poseer información. El discernimiento puede aplicarse a todas las manifestaciones del universo, ya que en última instancia todas derivan de fuentes arquetípicas. El discernimiento no puede ser codificado en un conjunto de reglas universalmente aplicables pero puede ser aprendido a través de la práctica. Si bien existen algunos principios generales, todas las situaciones son únicas. El discernimiento es la capacidad de ver qué es aplicable a qué. El discernimiento, al igual que el conocimiento, es infinitamente variado y abarcador. No puede ser encontrado en un vacío, siempre está en relación con alguna situación, un fenómeno o mensaje. [...] Ejemplos de discernimiento aplicado al mundo exterior incluyen ver a través de las mentiras y distorsiones en la política sin el velo del pensamiento deseoso. Inclusive yendo más lejos, el discernimiento se aplica a lo que es y no es conocido. El discernimiento es lo opuesto a la creencia u obsesión, es un estado de vigilia constante, conociendo los límites del propio conocimiento. Otra aplicación consiste en observar los patrones de la historia a través de las capas de desinformación acumuladas en cada nueva versión de la misma. También podemos aplicar el discernimiento extrayendo información valiosa de fuentes esotéricas o canalizadas. Inclusive si existiera una fuente de información invariablemente veraz, ésta sería de poco valor sin la capacidad de discernimiento para confirmar su veracidad, y para hacer de esta manera que el receptor pudiese también apropiarse de ese modo la información."

Auto-conocimiento: Este término abarca la auto-conciencia de lo que uno mismo es; el sujeto conoce paulatinamente las características psicológicas que componen su personalidad, sabe en qué momento de desarrollo se encuentra e intuye hacia dónde se dirige - lo intuye porque realmente un auténtico camino de desarrollo de uno mismo implica vivir momentos de incertidumbre debido a la naturaleza del mismo -.

Auto-control: El auto-control es la intención de poner orden a lo que uno es y a sus manifestaciones.

Transformación psíquica interna: Teniendo como referencia las experiencias vividas y las situaciones observadas, el individuo evalúa todo el conjunto de lo que ha sido para desarrollar al máximo sus características futuras.

Auto-educación y Auto-psicoterapia: Estos aspectos son de vital importancia para llegar a la consecución correcta del desarrollo psicológico positivo.

Auto-educación significa establecer un sistema de Trabajo de evolución personal - como por ejemplo Eiriu Eolas, las ideas del Cuarto Camino, etc.-, el cual es recomendable - o mejor dicho, imprescindible- llevarla a cabo junto a un grupo de personas que compartan las mismas metas. Un grupo de personas diverso y objetivo, comprometido con la búsqueda de la verdad interna y externa, hace la función de "espejo", proporcionando toda una multitud de prismas referente a una persona o situación concretas. Esto facilita enormemente la consecución de las metas propuestas por el grupo.

La auto-terapia va de la mano con la auto-educación. Debido a que el desarrollo psicológico positivo de un individuo pasa por ciertas fases que pueden llegar ser psicológicamente complicadas, el apoyo y colaboración de un grupo aporta en el sujeto un importante grado de aprendizaje y de "sostenibilidad psicológica" sana.

Los siguientes dinamismos también son propios del siguiente nivel de desarrollo, pero se gestan durante la desintegración multinivel organizada.

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Responsabilidad: Como ya hemos comentado anteriormente, la asunción de la responsabilidad consigo mismo conlleva la tendencia altruista de ayuda a los demás.

Autenticidad: Significa la coherencia entre las creencias internas y las acciones externas. Es una señal inequívoca de desarrollo psicológico positivo, pues como ya se ha visto, la mente humana tiende a ser un mar de contradicciones. Cuando una persona mantiene en el tiempo la coherencia entre pensamiento y acción, podemos hablar de autenticidad.

Autonomía: Es la libertad interna, el pensamiento y la acción independiente, la prescindencia tanto de la subordinación social como a los dinamismos de los niveles de desarrollo inferiores.

Empatía: En este punto de desarrollo, la empatía se convierte en la ayuda y colaboración hacia las personas en sus momentos difíciles y su evolución psicológica positiva.

Fase de Integración secundaria

La Integración secundaria supone el logro de los objetivos del individuo, es decir, el culmen del desarrollo psicológico positivo. Los dinamismos de los niveles de desarrollo inferiores son superados y, como define Dabrowski, es el «auto-conocimiento, auto-elección y auto-afirmación de la estructura cuyo dinamismo dominante es el ideal de personalidad».

Conclusiones

El ser humano tiene en sus manos el desarrollo de su potencial. Durante siglos las sociedades han sido sometidas de todas las maneras imaginables, intentando - y logrando- anular por completo sus capacidades y las posibilidades de desarrollo, creando auténticos autómatas volcados hacia afuera sin preguntarse quiénes son y a dónde pueden llegar. Pero si un individuo es conocedor de tal anulación y sometimiento - social y psicológico-, está dando un primer paso hacia el desarrollo de su potencial. A partir de entonces su búsqueda de respuestas y de comprensión sobre quién es él mismo y la vida circundante le conducirá a conocer la realidad tal cual es y, por ende, será libre de elegir qué quiere para su vida.

"Tu visión devendrá más clara solamente cuando mires dentro de tu corazón... Aquel que mira afuera, sueña. Quién mira en su interior, despierta." Carl Gustav Jung