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Las autoridades francesas arrestaron hoy a una veintena de personas en varias ciudades, como parte de una redada lanzada luego de los actos de violencia en el sur del país, que dejaron siete muertos.

Esta amplia operación se llevó a cabo en las ciudades de Toulousse, Nantes, Le Mans y la región norte de París, y fue realizada por la Dirección Central de Inteligencia Interior con la cooperación de la unidad de elite de la policía nacional.

Los arrestos tienen lugar un día después del entierro de Mohamed Merah, un joven francés de 23 años, responsabilizado con los recientes ataques en Toulouse y Montaubán, que ocasionaron la muerte a tres niños, un profesor y tres militares.

Merah murió el 22 de marzo a manos de la policía de elite luego de 32 horas de asedio en el departamento donde se había atrincherado.

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, declaró que las detenciones de hoy no están directamente relacionadas con el caso de Merah, sino con personas que están vinculadas a una forma "de islamismo radical".

"Lo que pasó esta mañana va a continuar. Habrá otras operaciones que permitirán expulsar del territorio nacional a gente que no tiene nada que hacer aquí", dijo.

Luego de los ataques, Sarkozy, candidato a la reelección, anunció la adopción de severas medidas, las cuales implican modificar el Código Penal y la ley antiterrorista.

El primer ministro Francois Fillon dijo que el Gobierno trabaja en una nueva propuesta de legislación que será presentada dentro de las próximas dos semanas.

Sin embargo, el candidato a la presidencia por el Partido Socialista, François Hollande, exhortó al gobierno a evitar la "improvisación y la precipitación" y advirtió que lo importante es "hacer una evaluación de las leyes y de su aplicación".

Otro aspirante al Palacio del Elíseo, Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierda, alertó contra cualquier sentimiento xenófobo que pudiera derivarse de los recientes sucesos.