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Los mercados mundiales reaccionan inmediatamente a cada amenaza de ataque a Irán con un aumento de los precios del petróleo, lo que afecta también a la economía estadounidense. Por eso EE. UU. responsabiliza a Israel de los altos precios del crudo, según algunas filtraciones diplomáticas citadas por medios israelíes y norteamericanos.

Los líderes israelíes sospechan que esa es la razón de que el Gobierno del presidente Barack Obama esté realizando una campaña para desacreditar a Israel, opina el consejero delegado del Instituto de Oriente Próximo de Washington, Robert Satloff, quien ha hablado con varios altos funcionarios israelíes.

Estados Unidos está filtrando a los medios todo tipo de información que cuestiona la capacidad militar de Tel Aviv, explica el analista militar Ron Ben-Yishai citado por The World Tribune. El periódico recuerda como ejemplo un informe publicado por Foreign Policy a finales del marzo pasado que revela que Israel necesita apoyo en Azerbaiyán para poder allanar el camino hacia un posible ataque aéreo contra Teherán.

Este ambiente de sospechas y acusaciones surge a pesar de que en la reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Obama justificó el derecho de Tel Aviv a tomar decisiones independientes para defender su seguridad de cara a la "amenaza nuclear" iraní.

La maraña nuclear del conflicto iraní

Los aliados occidentales, liderados por EE. UU., creen que Irán desarrolla armas nucleares, pero las autoridades iraníes continúan insistiendo en que su programa atómico es de carácter pacífico y que únicamente busca desarrollar recursos energéticos para la población.

En respuesta a las varias sanciones contra la república islámica y a las amenazas de ataque, Teherán anunció que cerrará el estrecho de Ormuz, vía crucial del tráfico petrolífero mundial.

"La situación es tan grave que cualquier incidente es posible. Es particularmente peligroso dada la gran concentración de armamento en la región", afirmó Serguéi Riabkov, viceministro ruso de Exteriores, en una entrevista concedida a la agencia de noticias rusa Interfax.