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A partir del 1 de julio las tasas de intereses de los préstamos estudiantiles pudieran duplicarse, una medida que afectaría a más de 700 millones de jóvenes en Estados Unidos, y significaría un incremento sustancial en el costo de la educación superior.

La Casa Blanca está presionando al Congreso para que rechace esta provisión antes del 1 de julio, o de lo contrario, el costo de la tasa de interés de los llamados préstamos Stafford -subsidiados por el gobierno federal- se elevará de un 3,4 por ciento a un 6,8 por ciento.

El posible aumento de la tarifa está motivado por la expiración de un período temporal de tasas más bajas creado por la Ley del 2007 sobre Reducción de los Costos y el Acceso a las Universidades, que el Congreso aprobó con amplio apoyo bipartidista.

En esa ocasión, la ley redujo gradualmente las tasas de 6,8 por ciento al actual 3,4 por ciento, pero con la salvedad de que las tasas volverían al 6,8 por ciento este año.

La medida significaría un incremento promedio de alrededor de mil dólares en la deuda adquirida por cada estudiante. La Oficina Oval se queja de que, hasta ahora, los republicanos en el Congreso han votado a favor de ese aumento.

Analistas políticos señalan que una decisión acerca de este tema pudiera ser un factor significativo con vistas a las elecciones de noviembre próximo, porque el voto de la población entre 18 y 29 años de edad, se considera crucial y cambiante.

El presidente Barack Obama mantiene una ventaja de 56 a 34 por ciento en ese grupo de edad hasta el momento sobre el virtual candidato republicano, Mitt Romney, según las encuestas más recientes de Gallup sobre el tema.

Medios de prensa informan que por primera vez en la historia, los estadounidenses tienen más deudas por los préstamos estudiantiles que por los servicios de las tarjetas de créditos.