
En un comunicado, el ministerio como de costumbre amenaza que "el incumplimiento de esta disposición expone al infractor a la expulsión del país", y recordó que: "los contratos laborales de los residentes extranjeros les obliga a respetar la religión islámica, y especialmente el ayuno durante el bendito mes de ramadán".
En ese sentido, advirtió a los extranjeros no comer, beber ni fumar en lugares públicos, incluyendo calles y puestos de trabajo.
Por último, el ministerio del Interior 'espera' de que todos los extranjeros cumplan con la ordenanza, porque si no... "las autoridades prescindirán sus contratos y los echarán del país."
Comentarios del Lector
a nuestro Boletín