Expertos consideran que, en realidad, se está intentando encubrir la verdadera dimensión de los crímenes.

traficando órganos
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Instrumentos quirúrgicos. El régimen comunista chino admitió por primera vez la existencia de una red dedicada a la sustracción de órganos en vida.
El Partido Comunista Chino (PCCh) admitió indirectamente que en China existe un mercado negro y una amplia red de sustracción de órganos en vida, de acuerdo con un artículo publicado en el periódico estatal Beijing Times el 4 de agosto.

El artículo dice que la policía china arrestó a 28 delincuentes involucrados en la extirpación de órganos de víctimas vivas y en la venta de los mismos a través de hospitales. Esta es la primera vez que Beijing reconoce oficialmente la existencia de la sustracción de órganos en vida desde que el crimen se hizo público en 2006. En aquel momento, La Gran Época informó que los centros de detención y los hospitales de la provincia de Liaoning estaban traficando órganos de practicantes de Falun Gong detenidos ilegalmente.

El Ministerio de Seguridad Pública de China comentó que los involucrados en la red recientemente descubierta son 127 personas y 18 médicos, que representan a 18 organizaciones. Los grupos encarcelaban a sus víctimas, luego contactaban a los hospitales para analizar la compatibilidad con los pacientes que esperaban un trasplante, y luego los médicos extirpaban los órganos de la víctima, de acuerdo con el informe.

El artículo decía que la red estaba extendida por 18 provincias y ciudades, incluyendo Beijing, Hebei, Anhui, Shandong, Henan y Shaanxi. Un ejemplo típico es el del riñón de un hombre joven que se vendió por 35.000 yuanes (U$S 5.500), por el que un paciente finalmente pagaría hasta 200.000 yuanes (U$S 31.000).

En 2006, testigos revelaron que las autoridades comunistas mediaban entre los hospitales y las prisiones a las que el PCCh había permitido sustraer órganos de practicantes de Falun Gong. Desde que en 1999 comenzó la persecución a esta disciplina espiritual, los trasplantes de órganos en China se quintuplicaron entre 2000 y 2006.

La primera vez que se mencionó el tema de la sustracción de órganos en vida fue en el Informe de Derechos Humanos 2011 del Departamento de Estado de EE. UU. A comienzos de este año, una pregunta sobre la implicancia en la sustracción de órganos se agregó en el formulario de visa no inmigrante para EE. UU., el formulario DS-160.

Expertos en las políticas del PCCh comentaron que la creciente exposición de la sustracción de órganos en vida en China ha llevado al régimen a buscar un chivo expiatorio por sus crímenes.

"Los delincuentes solos no pueden manejar todo el proceso", dijo la comentarista Heng He, analista de NTD, una cadena de TV con sede en Nueva York. "Con los trasplantes de órganos, tiene que haber una organización dispuesta a recibir órganos de fuentes externas. Estos son los hospitales comunes; los hospitales en China generalmente están afiliados a agencias de gobierno, el Ejército o agencias policiales. El transporte del órgano también necesita tiempo, y los órganos tienen que mantenerse frescos. Por eso, no puede resolverse con medios de trasporte comunes".

Desde febrero, cuando el jefe de policía de Chongqing, Wang Lijun, huyó hacia el Consulado de EE. UU. y reveló su implicancia en la organización de la sustracción de órganos, el régimen comenzó a tomar medidas sobre la venta de órganos.

"El Partido Comunista Chino quiere despegarse del crimen", dijo Heng He. "No quiere asumir la responsabilidad. ¿Por qué ahora se le permite ocuparse del caso al Ministerio de Seguridad Pública? Es muy probable que ellos mismos sean parte del sistema criminal, y ahora dejaron al descubierto algunas de las cosas de las cuales son responsables".

En marzo, el régimen se comprometió a terminar con la sustracción de órganos de prisioneros dentro de los próximos cinco años.

"Antes, el Partido Comunista no había admitido que se trataba de prisioneros ejecutados. Luego pensó que usar prisioneros ejecutados sería el menor de los terribles pecados que ha cometido, por lo que comenzó a admitir que los órganos eran de prisioneros ejecutados", dijo el analista de NTD, Dr. Jason Ma.

"Sin embargo, las estadísticas sobre trasplantes de órganos no eran correctas. Entonces, ¿de dónde proviene el resto de los órganos? El régimen espera que la gente se enfoque en casos individuales, como por ejemplo, una persona sin hogar a la que le extirparon los órganos", agregó Ma.