seis incendios en Valencia
© levante-emv.comUna imagen deGestalgar, captada ayer, en la que se observa la montañadel fondo completamente quemada. ferran montenegro.
España. Los seis incendios forestales que se han declarado en la provincia de Valencia desde el pasado domingo se encuentran en estos momentos estabilizados y dos de ellos, los de Benicolet y Manuel, se han dado por controlados esta mañana. Además, durante el día martes, se registraron otros tres conatos de incendio, que ya están extinguidos, según han informado fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias.

Así, en los seis fuegos declarados en la provincia de Valencia, los de Chulilla, Benissoda, Benicolet, Vilamarxant y Riba-roja y Manuel, están trabajando efectivos terrestres para refrescar el perímetro y refrescar los puntos calientes. Además, desde el amanecer se han incorporado 21 medios aéreos de forma escalonada al incendio de Chulilla, mientras que en el de Manuel trabajan otros dos medios aéreos.

Asimismo, el martes se registraron otros tres conatos de incendios en las localidades valencianas de Alzira y Náquera y en la alicantina de Xàbia, que ya están extinguidos. El incendio forestal declarado este martes en Benissoda ha quemado 27 hectáreas, mientras que en el de Benicolet se han visto afectadas 15 hectáreas.

El incendio de los Serranos que ha afectado a 5.500 hectáreas de seis términos municipales (Chulilla, Bugarra, Llíria, Pedralba, Sot de Chera y Gestalgar) quedó estabilizado, aunque los medios de extinción continuaban refrescando la zona para controlar el perímetro y evitar reproducciones, según fuentes de la Conselleria de Gobernación. De hecho, un pequeño rebrote del fuego en el término municipal de Pedralba que era visible desde la CV-35 alrededor de las diez de la mañana obligó a centrar los efectivos alrededor de esta población y también en el entorno de Bugarra.

La situación quedó controlada a lo largo del día, por lo que a las 20 horas se retiraron los medios aéreos, según el Centro de Coordinación de Emergencias. Por la noche han permanecido refrescando el perímetro del incendio alrededor de 350 efectivos terrestres.

El considerado pulmón verde de la provincia de Valencia ofrecía su cara más reseca por la escasez de lluvia de los últimos once meses, agravada por el incendio que ha teñido de gris las montañas de los Serranos, que ayer aún humeaban aquí y allá como si se tratara de una zona volcánica a punto de erupcionar.

Tras quedar controladas las llamas, todos los vecinos de Chulilla y Gestalgar desalojados pudieron volver a sus casas a lo largo del lunes y hasta la medianoche del martes. Tras la tragedia medioambiental, ahora llega la hora del recuento de daños, que en este caso sólo han sido materiales. En Gestalgar, el municipio se ha quedado incomunicado por internet y fibra óptica, según informó a Levante-EMV el alcalde, Raúl Pardo. A partir del miercoles empezaron a valorar la afección al municipio, que "no se ha visto afectado en la carretera hacia Chiva, que ha quedado intacta, ya que el fuego entró por el Turia y por el castillo y llegó a un metro de algunas casas, pero se consiguió pararlo entre los pocos bomberos que había y los vecinos", explica Pardo. Pese a los pocos medios con los que cuentan, "empezaremos a valorar los daños en la zona forestal y en los campos de regadío de la Olla, en algarrobos, casetas y granjas afectadas".

En Bugarra también permanecían sin servicio de telefonía fija y tampoco internet, aunque el alcalde Juan Manuel García Calduch confiaba en que "el miércoles ya se habrá solucionado". El edil aseguraba a este periódico que "Bugarra es el pueblo más afectado por el incendio", ya que calcula que el fuego ha arrasado unas 1.100 hectáreas.

El paisaje después del desastre en este pequeño municipio de 835 habitantes impresionaba porque el gris ceniza había teñido todas las vistas que rodean Bugarra. El fuego incluso llegó a afectar a un taller de carpintería, en el que residía una familia de origen marroquí y una mujer, que perdieron todas sus pertenencias en el incendio. El mismo alcalde realizó gestiones para que esta familia pudiera desplazarse "durante diez días a una casa de acogida de Moncada hasta que encontremos una casa en Bugarra con un alquiler asequible, que puedan pagar ellos con su trabajo, aunque el ayuntamiento estará ahí para lo que necesiten", asegura García Calduch. Sobre los trabajos de extinción del incendio, el alcalde considera que Bugarra ha tenido "mala pata y mala suerte. Nadie podía imaginar que el fuego se desplazara tan rápido entre Chulilla y Bugarra, porque hay muchas zonas de cultivo entre ambas poblaciones que podrían haber actuado de cortafuegos, pero el fuego iba a una velocidad de vértigo". Sobre la actuación de los bomberos, criticada por algunos vecinos, el regidor de Bugarra considera que "hicieron todo lo posible. Intentaron salvar el pueblo, aunque ha habido algunos daños. Sentimos miedo y mucha impotencia, porque las llamas corrían como si el monte fuera pólvora".

Los alcaldes de los seis municipios afectados se reunieron ayer en Chulilla con el vicepresidente de la Diputación de Valencia, Juanjo Medina, y con el alcalde de Riba-roja y diputado de bomberos, Francisco Tarazona. Este último explicó que se había detenido al presunto autor de los incendios provocados en Riba-roja y Vilamarxant, aunque la Guardia Civil lo había puesto en libertad "por falta de pruebas" y porque se considera que no existen indicios suficientes para determinar su participación.