Las inundaciones y las fuertes lluvias están causando estragos en el noreste de Escocia. El agua que en teoría debería caer en un mes, se ha precipitado en solo 48 horas. Los márgenes del río se han desbordado. Y las calles de Fife y Tayside, las dos localidades más afectadas, se han convertido en torrentes. Los servicios de emergencia han rescatado a algunos vecinos, que han quedado atrapados en sus hogares y coches. La Agencia escocesa para la Protección del Medio Ambiente mantiene activas treinta alertas por inundiación, especialmente en Tayside, Dunde y Angus.