Poéticas filas de seres de hielo, cuyo crecimiento no es del todo entendido, se forman en las alturas más secas de los Andes.
penitentes
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El paisaje de los Andes se ve hechizado por una serie de poética figuras de hielo conocidas como "los penitentes", formas vagamente humanoides que parecen estar cumpliendo una pena cósmica en la alturas de la cordillera.

En realidad no se sabe del todo cómo se forman estas falanges de hielo, aunque se tiene alguna idea. En algunos lugares de las alturas de los Andes existe una gran sequedad por lo que el hielo no atraviesa una fase de agua; directamente se sublima, pasando del hielo al vapor. Ya que no hay agua, se forman pequeñas depresiones en la nieve que atrapan la luz reflejada, lo cual genera una mayor sublimación y una mayor profundidad en estos abrevaderos. Dentro de ellos, cuando la temperatura y la humedad se incrementa, el hielo sí se puede derretir. Esto crea un retroalimentación positiva que acelera el crecimiento y genera las estructuras que llaman "los penitentes". Quizás no quede muy claro como esto ocurre pero es un fenómeno poco usual que sólo sucede en estas condiciones climáticas extremas.

Los "penitentes" puede ser enanos peregrinos de apenas algunas pulgadas o llegar a media más de 1.50 de estatura.