© Levante-EMVVista del incendio el pasado viernes por la noche.
España. Un rayo originó al parecer el aparatoso incendio que se registró el pasado viernes por la noche en la subestación eléctrica de Catadau. Ayer por la tarde, efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos continuaban trabajando en las tareas de extinción del incendio industrial iniciado en uno de los transformadores de esta central, en el que se almacenan 60.000 litros de aceite. Según fuentes del consorcio de bomberos el aceite sigue aún hoy domingo ardiendo y trabaja en la zona un retén con una bomba nodriza de Torrent que controla que el fuego se consuma por si sólo sin salir del transformador.
Iberdrola, compañía propietaria de la subestación, estima que las llamas se originaron en uno de los transformadores de la planta después de que un tornado recorriera esta zona, situada en el límite entre los términos municipales de Catadau y de Carlet. Un rayo o un objeto que impactara contra este transformador habrían producido el incendio, según informan fuentes de la compañía eléctrica.
Dotaciones desplazadas desde los parques de bomberos de Alzira, Silla y Torrent trabajaron desde poco después de las 21 horas del viernes en las labores de extinción del incendio, que tan sólo afectó a uno de los transformadores de la planta. Operarios de la central prepararon la zona antes de la entrada de los bomberos, según asegura el alcalde de Catadau, Pedro Bisbal. El transformador desprendía un densa humareda que, no obstante, no afectó a la cercana población de Catadau ni a las urbanizaciones de la zona porque, según relata el munícipe, «el viento soplaba en dirección a Carlet». Tampoco se vio afectado el suministro eléctrico, aseguran desde Iberdrola, pues las interconexiones de los transformadores permitieron repartir el servicio. Aparte de la destrucción del transformador eléctrico no hubo más desperfectos en la subestación de Catadau., aseguran desde la compañía eléctrica.
El incendio se produjo tras una intensa tormenta, con fuerte aparato eléctrico, destaca el alcalde de Catadau. La fuerza del viento se vio aquí aumentada con un tornado que recorrió la franja limítrofe entre Catadau y Carlet, la partida conocida como la Barrina, donde además de propiciar el incendio en la central eléctrica también desplazó varios metros algunos contenedores o casetas industriales dentro de la misma central eléctrica.
Asimismo, ayer era visible la trayectoria del remolino a través de los destrozos en los campos de cultivo. En las tierras más próximas a la subestación se podían ver numerosos caquis arrancados, así como algunos melocotoneros y varias oliveras e higueras, que estaban tumbadas y con las raíces arrancadas. Las hojas de los árboles estaban destrozadas: «Esto no es normal», comentaba un labrador de Catadau, propietario de un campo de melocotoneros lindante con la subestación eléctrica de Catadau. Este vecino recibió un aviso cerca de las diez de la noche del viernes advirtiéndole del incendio en la subestación. Aunque el fuego no alcanzó los frutales, al visitar su campo el agricultor descubrió algunos árboles destrozados por el remolino. El tornado arrancó también el tejado de una nave próxima a la subestación y de algunas casetas.
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