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Los humanos ya sufrían hace 4.000 años de arterias obstruidas, aun cuando vivían sin las tentaciones de la vida moderna, como los cigarrillos o la comida rápida, de acuerdo con el mayor estudio que se haya realizado en momias al respecto.


Los investigadores dijeron que eso deja entrever que los males cardíacos podrían ser más una parte más natural del envejecimiento que un fenómeno ligado a factores de riesgo contemporáneos como fumar, comer alimentos grasos y no hacer ejercicio.

Tomografías tomadas a 137 momias mostraban evidencia de arteriosclerosis (o endurecimiento de arterias) en un tercio de los individuos examinados, inclusive de aquellos que pertenecían a culturas antiguas que se cree llevaban estilos de vida saludable. La arteriosclerosis puede causar ataques cardíacos o derrames cerebrales.

Más de la mitad de las momias eran de Egipto mientras que las restante eran de Perú, el suroeste de Estados Unidos y de las Islas Aleutianas en Alaska. Las momias vivieron entre los años 3800 a.C. y 1900 d.C.

"Los males cardíacos han afectado a los humanos por más de 4.000 años en todo el mundo", dijo Randall Thompson, un cardiólogo del Instituto Cardíaco del Centro de Estados Unidos de Saint Luke en Kansas City, quien dirigió el estudio.

Las momias con las arterias obstruidas eran más viejas cuando fallecieron, con alrededor de 43 años, comparados con 32 de las que no padecían este mal. En la mayoría de los casos, los científicos no pudieron determinar qué causó su muerte.

El estudio fue anunciado el domingo en una reunión en el Colegio Estadounidense de Cardiología en San Francisco y simultáneamente fue publicado en la revista Lancet en internet.

Thompson dijo que le sorprendió ver las arterias endurecidas en persona como los antiguos aleutianos, que se supone tenían un tipo de vida muy sano como cazadores-recolectores.

"Me parece que es justo decir que las personas deberían sentirse menos culpables de padecer una enfermedad cardíaca en tiempos modernos", destacó.

Thompson señaló que podría haber factores desconocidos que contribuyeron al estrechamiento de las arterias de las momias. Agregó que los habitantes anasazi que vivían en cuevas subterráneas en Colorado y Utah usaban fuego para cocinar y calentarse, produciendo mucho humo.

"Respiraban mucho humo y eso podría haber tenido el mismo efecto que los cigarrillos", indicó.

El doctor Mike Knapton, subdirector adjunto de la Fundación Británica del Corazón señaló que la calcificación de las arterias también puede ser causada por otras enfermedades, como males endocrinos, y que era imposible determinar con las tomografías si los depósitos de calcio en las momias era del tipo que provocan ataques cardíacos o derrames cerebrales.

"Es un estudio fascinante, pero no estoy seguro que podamos decir que la arteriosclerosis es una parte inevitable del proceso de envejecimiento", destacó.

El investigador Thompson recomendó a la gente que tenga una vida lo más saludable posible, advirtiendo que el riesgo de ataque cardíaco puede reducirse con buenas costumbres en las comidas, sin fumar y con ejercicios. "No tenemos que terminar como las momias", agregó.