El Tratado de Libre Comercio que negocia la Unión Europea y Estados Unidos, conocido como TTIP por sus siglas inglesas, "es un peligro democrático, social y ecológico", aseguró Florent Marcellesi, portavoz de EQUO, el partido español de Los Verdes, en el Parlamento Europeo.
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"Tratados como el TTIP son peligros democráticos, sociales y ecológicos. Son antidemocráticos porque se hacen sin transparencia, sin contar con la ciudadanía, van en contra de los derechos de los consumidores y de los trabajadores y son un peligro ecológico porque no tiene en cuenta el cambio climático", dijo Marcellesi durante la jornada 'Resistencia transatlántica contra el TTIP' que tiene lugar en Madrid.

Esta jornada se enmarca en un ciclo de conferencias organizadas por Los Verdes Europeos en numerosas capitales de Europa como parte de la campaña internacional de rechazo a este tratado.

El portavoz de Los Verdes españoles se mostró confiado en esta lucha. "Creo que podemos ganar", aseguró.

"No existe una mayoría para defender este tratado, algo que era impensable hace apenas un año, porque todos estaban de acuerdo", destacó el político entre los logros que se han conseguido desde que los partidos de izquierda empezaron a denunciar el acuerdo.

Los ponentes resaltaron especialmente las repercusiones que tendrá el tratado en los derechos laborales, en el medio ambiente o en la alimentación, entre otros.

"La alimentación es uno de los puntos clave de estas negociaciones", apuntó Sandra Espeja, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra.

Según Espeja, el objetivo de este tratado es acabar con los "aranceles normativos", es decir, que los productos no sean analizados bajo la legislación estadounidense y la europea, sino sólo por una de ellas, cuando las normativas son muy diferentes.

"En Europa la legislación se basa en el principio de precaución. Sin embargo, en EEUU la premisa es la de libre comercio, es decir, es el Estado el que tiene que demostrar que un producto concreto puede ser un peligro para la salud o medio ambiente. No pasan por las mismas medidas de control y calidad", alerta la responsable de Amigos de la Tierra.

Otra de las grandes cuestiones en el marco de la alimentación son los transgénicos, dado que en EEUU no se etiquetan y hay más del doble de estos productos químicos permitidos que en Europa están prohibidos, como es el caso del pollo clorado.

"En Europa hay controles en toda la fase de cadena alimentaria, en EEUU solo al final. Aquí entraría el caso del pollo clorado, que se trata de limpiar esta carne con cloro y otros desinfectantes para tapar posibles problemas o enfermedades, algo que en la Unión Europea está prohibidísimo", enfatiza la experta.

Parte del reto en la lucha contra este tratado es "hacer entendible a todas las personas" estas cuestiones que forman parte del TTIP, porque "si se aprueba tendremos un problema grave de reducción de derechos", aseguró el líder de Equo, Juan López de Uralde.

"Estamos ganando batallas, estamos avanzando en la opinión pública", concluyó Uralde.