El embajador permanente de Rusia ante la OTAN, Alexandr Grushkó, descartó hoy el establecimiento de un sistema real de seguridad colectiva en Europa mientras Occidente se muestre como vencedor en la denominada Guerra Fría.

No existirán bases políticas para la creación de un sistema de seguridad colectiva real, mientras en Occidente dominen criterios más bien inherentes al instinto de los vencedores, insistió el diplomático citado por la agencia de noticias Novosti.
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© REUTERS Armend Nimani

La crisis ucraniana es resultado en buena medida de una política que ignoró la realidad y los intereses de naciones que no entran en el llamado sistema occidental, pero tienen el mismo derecho a expresar puntos de vista y defender sus aspiraciones nacionales, dijo Grushkó.

Alertó contra lo que denominó ideología occidental, la cual se expresa en la política enemistosa respecto a Rusia, y que hoy se reafirma en la planificación militar.

Comentó que en el flanco este de la OTAN se observa una rotación incesante de fuerzas, un emplazamiento permanente de medios del Pentágono, grandes maniobras unidas al incremento de operaciones castrenses en los mares Negro y Báltico.

En el criterio del embajador ante la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), todo lo anterior confirma que se trata de un giro al que calificó de bastante serio.

Desde los tiempos de la Guerra Fría esa mezcla de política y planificación militar le dan vuelta de tuerca a la espiral de la confrontación, de la carrera armamentista que resulta muy difícil de detener, reflexionó.

En cuanto a lo que denominó intentos de demonizar a Rusia, consideró evidente que están abocados a fracasar porque se contradicen con la situación real en la esfera de la seguridad y la necesidad de unir esfuerzos para resolver problemas globales que amenazan a la comunidad internacional.

Recordó que varios militares de alta jerarquía en la OTAN señalan que el bloque político-castrense enfrenta tres desafíos: Rusia, el extremismo islámico y la inmigración.

Grushkó resaltó que en las condiciones actuales cualquier plan de crear las denominadas islas de seguridad para encerrar a Europa sobre la base de la comunidad euratlántica o la OTAN resulta absolutamente inviable.

Reiteró el embajador la voluntad de cooperación de Rusia, pero aclaró que esa colaboración será posible en igualdad de derechos y cuando se tomen en cuenta los intereses legales de Moscú.

Al formular sus prioridades, Occidente debe aprender esa lección, concluyó el representante ruso ante la OTAN.