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Al menos 714 personas perdieron la vida y mil 269 resultaron heridas el mes pasado en Iraq como consecuencia de los actos terroristas y el conflicto interno, según un reporte divulgado hoy aquí. En su más reciente informe sobre bajas en el convulso país petrolero, la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Iraq (Unami) lamentó el impacto de la violencia en la población civil.

Las cifras ilustran el sufrimiento del pueblo por el terrorismo y los enfrentamientos, advirtió el representante de la ONU en el terreno, Jan Kubis.

De total de víctimas fatales, la mayoría corresponden a civiles (559), al igual que los heridos (mil 67).

La capital Bagdad fue la gobernación más golpeada por la violencia, seguida de Diyala, Ninewa, Salahadin y Kirkuk.

Desde la invasión y posterior ocupación de Iraq por fuerzas de Estados Unidos y varios miembros de la OTAN, la nación del Medio Oriente vive sumida en la inestabilidad, escenario con un severo impacto regional.

El año pasado, el panorama de violencia escaló con la ofensiva del grupo extremista Estado Islámico, empeñado en imponer un Califato en la región.

Los fundamentalistas realizan ataques suicidas, ejecuciones masivas y otros crímenes.

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