El encarcelamiento masivo por delitos de drogas no violentos ha aumentado a nivel regional, según estudios del Colectivo de Estudios Drogas y Derecho (CEDD) difundido en México. Las mujeres pobres, las más castigadas.

"En la mayoría de los países de América Latina estudiados, una de cada cinco personas en prisión está por delitos de drogas. Además, la población encarcelada por drogas en varios de esos países ha aumentado en mayor proporción que la población penitenciaria en general", según Alejandro Corda, investigador del CEDD de Argentina.
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© AP Photo/ Dario Lopez-Mills

"Sin embargo, eso no tiene ningún impacto en el negocio de las drogas dado que las personas en prisión por delitos de drogas son actores menores del tráfico, fungibles, y en situaciones de vulnerabilidad", señala.
En los países estudiados (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú y Uruguay), los encarcelados por droga son cada vez más: en Colombia se cuadruplicaron en los últimos 14 años, pasando de 6.263 en 2000 a 23.141 en 2014. En Brasil se triplicaron entre 2005 y 2012, en contraste con el aumento de 51 por ciento de la población carcelaria, lo cual significa un aumento de más de 100.000 personas. En México, entre 2006 y 2014, aumentaron un 1.200 por ciento. Uruguay pasó del 2% de presos por droga sobre el total de los detenidos en 1999, al 12% en 2012.

Las mujeres son las que más sufren esta penalización. Jóvenes, pobres, madres solteras y jefas de hogar, a menudo indígenas o afrodescendientes, con baja escolaridad y responsables del cuidado de sus hijos, según el informe. En Argentina, 65 por ciento de las mujeres encarceladas están en prisión por delitos de drogas. En Costa Rica y el Perú, los porcentajes son 75.46 y 60.6 respectivamente.

En Brasil, 55% de las mujeres encarceladas son afrodescendientes y en México hay un número significativo de mujeres indígenas en esa condición. En Colombia, del total de mujeres que ingresaron a las cárceles por delitos de drogas entre 2010 y 2014, 93% tenía hijos, mientras que solo el 76% de los hombres los tenian. Por eso, la criminóloga Chesney Lind, citada por el estudio, afirma que "la guerra contra las drogas es una guerra contra las mujeres".

Los investigadores señalan que en América Latina, las tasas de encarcelamiento se encuentran por encima del promedio mundial, a pesar de lo cual, el narcotráfico sigue creciendo. El informe destaca algunos casos positivos de reformas penales, como los de Uruguay, que estableció en 2013 un sistema de regulación de la producción y acceso al cannabis, Costa Rica, que modificó su ley de drogas para morigerar las penas y Ecuador, que moderó las penas de su ley de drogas en el nuevo Código Penal.

El CEDD reúne investigadores de nueve países latinoamericanos para analizar el impacto de la legislación penal y la práctica jurídica en materia de drogas.