El nombramiento de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como nuevos jueces de la Corte Suprema de Justicia por un decreto del presidente Mauricio Macri provocó críticas generalizadas de su propio espacio político y de los principales comentaristas y medios de comunicación que lo apoyaron.
Macri
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"A siete días de haber iniciado su mandato presidencial, tras las duras críticas de gran parte del arco político y del ámbito académico por el decreto de designación en comisión de dos miembros de la Corte Suprema de Justicia, el jefe del Estado se encuentra ante la posibilidad de reconocer su error y aplicar todo su coraje para corregirlo", editorializó el influyente diario La Nación.

Macri se apoyó en el artículo 99 de la Constitución Nacional que enumera las facultades del Poder Ejecutivo, y que en su inciso 19 dice que el Presidente "puede llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura".

Para el editorialista, este artículo fue incorporado a la Constitución en la reforma de 1860 y respondió a las dificultades para convocar al Congreso en aquellos tiempos. "Sólo se utilizó ese mecanismo en la primera conformación del alto tribunal, durante la presidencia de Bartolomé Mitre (1862-1868), por razones fundacionales, y fue seguido del correspondiente acuerdo parlamentario".

Pero aun cuando se tratase de una cuestión discutible, continúa el diario, "resulta evidente que hoy no surge con claridad la urgencia para cubrir las dos vacantes de una Corte de cinco miembros, que puede funcionar eventualmente con tres por un corto período. Del mismo modo, estaríamos ante un error político que afecta la legitimidad republicana".

Macri debió haber convocado a sesiones extraordinarias del Congreso o bien haber esperado hasta el 1° de marzo, cuando se iniciará el período ordinario, para proponer a sus candidatos a cubrir lugares en la Corte, dice el editorial. Pero el nombramiento de los jueces de la Corte requiere dos tercios de los votos del Senado, y el nuevo gobierno no tiene mayoría en el Senado.

La medida de Macri sienta "un precedente peligrosísimo, por cuanto si cualquier titular del Poder Ejecutivo pudiese nombrar hasta el 30 de noviembre jueces durante el receso parlamentario y, un año después, repetir ese procedimiento, en ocasión de otro receso legislativo, podría tener magistrados sin acuerdo del Senado por tiempo indeterminado, lo cual resultaría violatorio del principio de división de poderes", concluye el editorial.

En el mismo sentido, el periodista Joaquín Morales Solá, uno de los críticos más vehementes de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, cuestionó la decisión de Macri en una columna de opinión titulada "Un pragmatismo temerario". La medida "no sólo es una novedad en más de 150 años de historia, sino que también podría cambiar en adelante el método de designación de los jueces del máximo tribunal de justicia del país", escribe Morales Solá, calificando la decisión de "absolutamente pragmática, institucionalmente inédita y provocativa, políticamente temeraria".