volcán Hierro Tenerife
© EFEImagen del volcán submarino de El Hierro en erupción, elegida por la NASA como una de las mejores del año 2012
Nueva campaña para estudiar el volcán submarino Tagoro cinco años después de su erupción.

Cinco años después de su erupción, el volcán submarino Tagoro, junto a la isla canaria de El Hierro, sigue siendo atractivo para los investigadores,ya que ofrece la posibilidad de estudiar «en directo» las consecuencias de un fenómeno de este tipo, que llegó incluso a ser el protagonista de una de las imágenes del año de la NASA.

Durante estos años, los expertos han analizado las causas y consecuencias de esta erupción y han extraído todo tipo de conclusiones, algunas de ellas tan sorprendentes como que el fenómeno ayudó a mejorar los algoritmos de los satélites, aunque aún quedan muchas piezas por encajar.

Ahora, a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) liderarán una campaña oceanográfica en la que continuarán con el estudio del volcán submarino. La expedición, que arranca este sábado 15 de octubre, tiene varias novedades, entre ellas que el buque abrirá sus puertas a la sociedad herreña que podrá conocer de primera mano cómo es el trabajo a bordo.

La investigación se enmarca en el contexto del proyecto VULCANO (Plan Nacional, Retos de la Sociedad, MINECO), liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y en el que participan la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (QUIMA-ULPGC-IOCAG), la Universidad de La Laguna (ULL) y el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife.

Según informa el IEO, su objetivo será estudiar, desde un punto físico-químico, biológico y geológico, la fase de desgasificación que aún a día de hoy continua activa sobre el volcán Tagoro, así como continuar con la evaluación del grado de afección y recuperación del ecosistema marino entorno al volcán submarino.

Durante estos 15 días de campaña se repetirá la cartografía de alta resolución para comprobar si ha variado la morfología del edificio volcánico de Tagoro, con especial énfasis en sus cráteres secundarios, los cuales presentan una fuerte acentuación de su morfología debido fundamentalmente a la salida de fluidos hidrotermales por chimeneas localizadas.

Posteriormente, explica el IEO, se continuará con los estudios físico-químicos y biológicos en todo el edificio volcánico, para evaluar el grado de afección y recuperación del ecosistema marino en el Mar de Las Calmas.

Además, como novedad en esta campaña, se instalará sobre uno de los cráteres -el más activo- un geófono/hidrófono que permitirá registrar los sonidos del volcán, junto con otros sensores físico-químicos.

Coincidiendo con el ecuador de la campaña, el viernes 21 de octubre, el buque Ángeles Alvariño abrirá sus puertas a la sociedad en el puerto herreño de La Estaca. Durante todo el día, los 23 científicos y técnicos participantes en la expedición, así como los oficiales y tripulantes del buque, mostrarán al pueblo herreño en una jornada de puertas abiertas los diferentes trabajos que se realizan a bordo del buque, así como sus estancias y equipamientos.

Cinco años de trabajo en El Hierro

Desde el inicio de la crisis volcanológica, el 19 de julio de 2011, el Instituto Español de Oceanografía puso a disposición los buques oceanográfico Ramón Margalef, Ángeles Alvariño y Cornide de Saavedra. Desde entonces, se han realizado un total de 22 campañas, 17 de ellas financiadas por el IEO bajo el nombre de Bimbache (12), Raprocan (2) y Vulcana (3), y 5 más financiadas por fondos FEDER y del MINECO a través de los proyectos del Plan Nacional CETOBATP (1), VULCANO-I (3) y esta última campaña a cargo del proyecto VULCANO-II (1).

En estos años el volcán submarino de El Hierro, Tagoro, se ha convertido en un laboratorio natural para el estudio de cómo un ecosistema marino puede adaptarse a cambios ambientales extremos además de resolver dudas existenciales para la comunidad científica en relación al nacimiento y evolución de un volcán submarino. Los resultados de estas campañas se han publicado en algunas de las editoriales científicas más prestigiosas a nivel mundial como son Nature o PLoS ONE.