La música ha existido durante miles de años, se podría decir que nació con nosotros. Ha servido para unir a las personas, para protestar en contra de aquellos sistemas que reprimen a la sociedad, para hacernos sentir felices, recordar a personas o momentos, pero una de las herramientas más importantes podría ser el efecto que tiene sobre nuestro cerebro. Es decir, se ha descubierto que la música puede ser efectiva para tratar a pacientes con ansiedad, demencia, Alzheimer, estrés postraumático, amnesia, entre otras enfermedades neurológicas.

tolstoi música
El neurólogo Oliver Sacks acertadamente dice en su libro "Musicofilia:
"La música forma parte del ser humano, y no existe ninguna cultura en la que no esté enormemente desarrollada y valorada.
¿Se imagina pasar un día sin escuchar música? Aparte de los beneficios para personas con alguno de estos trastornos previamente mencionados, muchas personas la utilizan como un medio para sentirse mejor, o incluso en los momentos de rabia y tristeza, para descargar un poco de esas emociones con la lírica o acordes de alguna canción.

Si se pone a pensar, todo lo que nos rodea en la vida cotidiana, aparte de lo visual, son ruidos; coches, pájaros, el viento, la lluvia, los relámpagos, son estímulos para nuestro cerebro, incluso dentro de nuestro cuerpo; el latido del corazón, la respiración, todo es música. ¿Qué pasa cuando escucha un relámpago fuerte? ¿O las gotas de lluvia que caen poco a poco? Para alguien, la lluvia podría tener un sentimiento melancólico y los relámpagos podrían representar algo amenazante.

Entonces, si tenemos la capacidad de poder sentirnos mejor utilizando algo que está a nuestra alcance y evitar los medicamentos que usualmente suelen prescribir los psiquiatras o doctores - y que tienen efectos dañinos a largo plazo -, ¿por qué no mirar a la musicoterapia como una herramienta beneficiosa?

En años recientes hemos visto como la ansiedad, el estrés y la depresión se han convertido en padecimientos "normales" dentro de nuestra sociedad, y parece ser que se están agravando. Y es por esto que es importante mirar hacia métodos naturales que nos puedan ayudar, tales como una mejor alimentación, practicar meditación, leer, estar conscientes de nuestro entorno y compartir la información con los demás.

Como se menciona en el texto; "El concepto de musicoterapia a través de la Historia:
"La música no sería tan importante si no arrastrara tras de sí estos elementos, llamémosles "adicionales" (Naranjo, 1997). El sonido es capaz de producir impactos en la conducta humana, individual o colectivamente, y convertirse en expresión de estados anímicos. La cinética musical se ve alterada por la melodía, los estados de ánimo se refuerzan; en definitiva, el significado musical es tan amplio como la misma cultura [...]"

La historia


música egipto
Para comprender un poco más acerca de la musicoterapia, debemos mirar a las civilizaciones antiguas y cómo éstas utilizaban la música. En diferentes textos se dice que fueron los egipcios quiénes primero encontraron en la música algo más que simples notas y melodías. Por ejemplo, en Kahum, Egipto, hacia el año 1,500 A.C se utilizaba esta herramienta para favorecer la fertilidad femenina.

En la mitología griega los mitos de Homero y Orfeo son una buena representación del uso del canto para dominar a las fieras y la educación en la personalidad aristócrata. Para contar las hazañas de Aquiles se utilizaba la música para desvanecer su dolor. Sotérico de Alejandría, Platón y Aristóteles creían que la música era esencial para el hombre, la teoría del ethos asociaba diversos estados de ánimo con diferentes tipos de música; el ritmo, la altura de los sonidos y las escalas, tenían su propio ethos.

Por otro lado los romanos tomaron estas herramientas de los griegos para utilizarlas en sus propias dolencias. La "música amorosa," - que así la llamaban -, se utilizaba para curar el insomnio o enfermedades mentales. Ovidio, Virgilio y Catón en su tratado "De Música" hacían referencia al uso de las liras y el canto con fines terapéuticos.

Y así nos podemos seguir con diferentes civilizaciones antiguas que utilizaban la música como un fin para mejorar el estado de salud y de ánimo de las personas. En el medievo, Séneca decía: "quien desconoce la música no conoce nada que tenga sentido". Durante el romanticismo, Tolstói postuló sus ideas acerca de cómo el arte tiene una influencia sobre los sentimientos, las cuales han sido estudiadas por diferentes musicoterapeutas. A mitades del siglo XIX, la musicoterapia comienza a tener más eco, con el médico Rafael Rodríguez Méndez y con la primer tesis que se creó uniendo la música con medicina: La música en sus relaciones con la medicina, de Francisco Vidal Careta.

Musicoterapia en la actualidad

musicoterapia
Si bien esta herramienta aún no es utilizada por la gran mayoría de las personas, hay doctores especialistas en neurociencias como Oliver Sacks y Daniel Levitin que se han dado a la tarea de explorar este tema un poco más y lo han puesto en marcha para ayudar a las personas que lo necesitan.

Oliver Sacks comenzó a utilizar la musicoterapia en personas mayores que tenían demencia, Alzheimer, trastorno bipolar, entre otras enfermedades neurodegenerativas. Participó en el documental Alive Inside (Vivo por dentro), junto con el trabajador social Dan Cohen. Podría sonar extraño para nosotros, o para las personas que creen que la única cura es la medicina, pero lo que se ve en el documental es realmente extraordinario. Utilizando la música favorita de las personas mayores, Sacks logra volver a conectarlos con ese corazón que aún sigue latiendo, generando emociones enterradas y estimulando los recuerdos de sus mejores momentos; un ejemplo de cómo la música no solamente nos conecta con los demás sino que también nos conecta con nosotros mismos.

Otro de los puntos importantes que se hablan en el documental, es de cómo la industria médica simplemente se preocupa más por callar los sentimientos de las personas utilizando psicofármacos, ¿pero en qué mundo vivimos cuando a personas indefensas de edad avanzada les dan medicamentos que ni siquiera les hacen bien? Esto es lo que pasa en la actualidad, no miramos a las cosas realmente como son, simplemente queremos deshacernos del problema lo más rápido posible. Y no es coincidencia que se estén incrementando los casos de enfermedades neurodegenerativas; no solamente debido a los miles de medicamentos recetados, sino también por la mala alimentación y la vida estresante que llevamos.

En su libro "Musicofilia," Oliver Sacks nos emprende en un viaje a través de la vida de diferentes personas con algún síndrome y su relación con la música.
A través de anomalías como la «amusia» - o incapacidad para sentir la música -, el hipermusical síndrome de Williams - un extraño fenómeno de extrema sociabilidad -, las alucinaciones musicales o la música como inspiradora de auténtico terror, Sacks elabora un lúcido análisis de cómo la música es un factor clave para crear la identidad humana, ya sea de una manera patógena o como un agente positivo a la hora de tratar el Parkinson, la demencia, el síndrome de Tourette, la encefalitis o los ataques de lóbulo temporal.
A continuación puede ver el trailer de dicho documental:


Daniel Levitin también ha sido un neurocientífico ávido seguidor de utilizar la música con sus pacientes. En la siguiente conferencia Levitin explica un poco más acerca de cómo la música afecta nuestro cerebro:


Neurociencias y música

En muchas ocasiones al no tener algún tipo de sustento científico las personas pasan por alto un sinfín de herramientas que nos pueden ayudar en la vida diaria. Pero en el caso de la musicoterapia podríamos decir que hay bastante evidencia que apoya la idea de que la música puede ser una de nuestras mejores medicinas.

A lo largo de los años se han hecho diferentes investigaciones de cómo diferentes tipos de música afectan a nuestro cerebro. Recientemente leí un artículo que mencionaba una lista de las mejores canciones para ponerse de buen humor. Estas canciones fueron elegidas por la letra, y más precisamente el tempo; 150 beats por segundo. Si bien el autor menciona que la experiencia que tiene cada quien con la música es personal, se demostró científicamente que estas canciones sí nos hacen sentir mejor.
"La combinación de estos tres ingredientes nos permite tener la fórmula para que una canción nos haga sentir bien", aseguró.

Considerando estos parámetros, el científico pudo realizar un listado con las canciones que científicamente nos harían sentir mejor, junto a otro listado con los temas de cada década.
Hemos escuchado mucho acerca de cómo la música clásica es beneficiosa para nuestro cerebro. Se dice que incluso nos puede ayudar en momentos de estudio. El término del "Efecto Mozart," fue acuñado por el investigador Alfred A. Tomatis en 1991. En su libro Pourquoi Mozart, Tomatis explica cómo utilizó la música de Mozart para tratar a pacientes con depresión, incluso decía que podría ser beneficioso con personas con epilepsia.

Con respecto a los efectos que podría tener la música de Mozart sobre nuestra inteligencia, The New York Times sacó un artículo de los investigadores Rauscher y Shaw, quiénes afirmaron que sí, las melodías del compositor te hacen más listo. Esto por supuesto no quiere decir que por escuchar todo un día a Mozart ya seremos más listos, pero que si utilizamos su música mientras efectuamos diferentes actividades cognitivas, nuestro cerebro podría funcionar de mejor manera.

Otro tema que me parece interesante es el efecto que podría tener escuchar música triste en nuestro estado de ánimo. Nosotros pensaríamos que si escuchamos algo triste quiere decir que nos pondremos en un estado más depresivo, sin embargo el psicólogo Adrian North realizó una investigación acerca de cómo las melodías melancólicas podrían realmente ayudarnos a sentirnos mejor. Claro, como lo he mencionado anteriormente, esta no es la regla para todos.
En términos de la psicología social: nos sentimos mejor con nosotros mismos si nos centramos en que alguien se siente peor, a esto se le llama comparación social descendente. Por otra parte a la gente le gusta escuchar la música que refleja el tono de sus circunstancias actuales de la vida.

La neurociencia: estudia los procesos químicos que suceden dentro de nuestra mente. Algunos científicos creen que la música melancólica está ligada a la hormona prolactina,una sustancia química que ayuda a reducir el dolor.
El video mostrado a continuación explica un poco más el efecto que tiene la música sobre nuestro cerebro:


A modo de conclusión podríamos entonces decir que sí, la música realmente nos podría ayudar en muchas circunstancias. Claro, hablamos de música cuando nos referimos a canciones que nos aportan algo realmente, ya sea la letra o la melodía. Hoy en día la industria musical está en decadencia; con letras sin sentido que en muchas ocasiones no aportan nada y suelen ser agresivas, con ritmos repetitivos y melodías digitales. Hoy en día se produce música simplemente para vender, no para aportar algo que toque aspectos intelectuales y emocionales profundos.

Erin Siebert es una psicóloga que se dedica a esto y realmente cree que el mundo podría cambiar si comenzáramos a poner más atención a las herramientas que tenemos a la mano y no solamente a llenarnos de medicamentos. [Puede activar los subtítulos en español]