Ayer nomás leía que sólo en la ciudad de Bs.As., capital del país, hubo desde que empezó el año hasta ahora un promedio de 2 conflictos por día (cortes de rutas, concentraciones, paros, movilizaciones, tomas de espacios públicos, ollas populares, y asambleas, entre otros). Esta es una estampa real de cómo se encuentra la Argentina hoy; un pueblo tenso y asustado porque crece el hambre, el desempleo, la marginalidad, mientras que el gobierno solo atisba a decir desde hace un año que "ya se empiezan a ver signos de recuperación...".
Lo que estos "buenos" hombres no aclaran es de la recuperación de quién están hablando. Si se están refiriendo a los más poderosos del país, es decir, a la oligarquía agropecuaria y a las familias más acaudaladas del país, entonces tendremos que estar de acuerdo, ellos verdaderamente se están recuperando.
Pero la realidad para el hombre de a pie es otra muy diferente, de hecho es otra completamente contraria a la de los privilegiados de siempre: la recesión va en aumento, las calles están agitadas, y la violencia policial va en franco ascenso. Y mientras todo esto ocurre Macri sigue impertérrito a rajatabla el manual de la pequeña cucaracha neo-liberal.
Este manual detalla paso a paso cómo gobernar un país favoreciendo intereses extranjeros (y propios también, por supuesto) y cómo asegurarse que una vez dejado el poder (ya sea por la fuerza o por llegar al término de su mandato), el país quede esclavizado a través de deudas y compromisos que lo aten a un destino miserable durante años (o décadas en muchos casos).
Desde que Cambiemos (alianza política liderada por Mauricio Macri) llegó al poder, la deuda externa a crecido exponencialmente, el déficit fiscal se ha duplicado, y cientos de industrias en franco crecimiento hasta antes de su llegada están siendo desmontadas. Al mismo tiempo el gasto irresponsable y obviamente sin ningún beneficio para el pueblo (porque ni siquiera tienen la suficiente destreza para practicar la demagogia con miras a aplacar los ánimos) está a la orden del día.
Sin ir más lejos la semana pasada salió a la luz que el gobierno de Mauricio Macri hizo un encargo de armamento pesado de guerra por 2000 millones de dólares a EE.UU.. Entienda que Argentina no está en guerra ni es probable que lo esté en el futuro cercano, y que por otro lado el país está en medio de una crisis económica descomunal, donde el gobierno intenta convencer a las fuerzas trabajadoras que reclaman la atención estatal, de que no hay fondos para compensar los salarios devaluados, no hay dinero para invertir en salud, y de que los jubilados deberán ajustarse el cinturón.
Así que se lo aseguro, no hay ningún paraíso macrista aquí, esta es la verdadera Argentina de hoy...
...(¡UN LARGO SUSPIRO!)...
¿Sabe una cosa? Hace un par de días estaba jugando con mi imaginación y pensaba que si,... digamos dentro de... 10.000 años (claro, suponiendo que el planeta sobreviva para entonces) expertos arqueólogos se dedicaran a estudiar la historia Argentina, una buena posibilidad sería que concluyeran (equivocadamente, por supuesto) que el país estaba habitado por 40 millones de idiotas... A ver... por favor, ¡que no se ofendan mis compatriotas!... no estoy afirmando que los argentinos seamos todos idiotas, estoy diciendo que cuando me imagino a un puñado de científicos del futuro estudiando los acontecimientos presentes y considerando los hechos actuales, se me ocurre que podrían llegar eventualmente a esa conclusión.
Piense por un minuto en esto:
- Mauricio Macri ganó una elección democrática con 214 causas judiciales abiertas en su contra.
- Él y su familia pertenecen a una oscura casta empresarial con antecedentes macabros de colaboración y complicidad con dictaduras militares, y conocida por sacar sustanciosos beneficios de los peores momentos del país.
- En campaña prácticamente no hablo de sus planes de gobierno sino que prometió "pobreza-cero" y "la revolución de la alegría". Pobreza-cero, como usted podrá imaginar, es un concepto irreal, una fantasía ridícula e irrealizable en nuestro mundo actual. Y la revolución de la alegría... bueno,... en fin... ese no es un concepto irreal, es una estúpida idea informe y totalmente vacía de significado... verdaderamente sólo dios sabe qué diablos significa eso.
Bajo estas circunstancias sería lo más lógico que los arqueólogos del futuro concluyeran que su pasado tenía las características del futuro distópico descrito por la película Idiocracy (Idiocracia en español) donde la población del mundo contaba con el coeficiente intelectual de un ratón... ¿Es Argentina una IDIOCRACIA?
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