MOSCÚ (Sputnik) - Los famosos bromistas rusos Alexéi Stoliarov y Vladímir Kuznetsov le jugaron una mala pasada a la ministra de Defensa de España, Dolores de Cospedal, al llamarla en nombre de su homólogo de Letonia y asegurar que el expresidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, es un agente del Kremlin.

"La ministra de Defensa de España, Dolores de Cospedal, llamó nuestra atención al declarar que tras el referéndum de Cataluña se encuentra 'la mano de Moscú'; (...) nos comunicamos con ella, Alexéi se presentó como ministro de Defensa de Letonia y prometió entregarle documentos secretos que revelan que el expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, es un agente de los servicios secretos rusos", dijo Kuznetsov.
carles puigdemont
© REUTERS/ Pascal Rossignol

Los bromistas telefónicos, conocidos como Vovan y Lexus, aseguraron además que el apodo de Puigdemont en los servicios de inteligencia de Rusia es Cipollino, o niño cebolla, el personaje principal personaje de un libro del escritor italiano Gianni Rodari.

Stoliarov, que hablaba en nombre del ministro de Defensa de Letonia, Raimonds Vejonis, aseguró además que el 50% de los turistas rusos que supuestamente viajan a Cataluña para descansar son, en realidad, militares de los servicios de inteligencia de Rusia.

La conversación de Stoliarov y Cospedal puede apreciarse en YouTube

Kuznetsov asegura que la titular de Defensa española llamó después por iniciativa propia a los bromistas para comunicarles que había hablado sobre la conversación con el supuesto titular letón con el primer ministro de España, que expresó interés en sostener un encuentro personal.
"Confirmamos que también estábamos interesados en el encuentro, pero luego ella, por lo visto, se dio cuenta de que le habíamos jugado una broma, y ya no hubo más llamadas", destacó el humorista.
En las últimas semanas, grandes medios de comunicación españoles -con el diario El País a la cabeza- difundieron informaciones en las que acusaron a medios rusos como RT y Sputnik de lanzar mensajes favorables a la independencia de Cataluña con el objetivo de desestabilizar la Unión Europea.

Además, estas informaciones apuntaron de manera insistente a la posible existencia de un ejército de troles rusos dedicados a difundir informaciones falsas en las redes sociales.

La postura del Kremlin respecto a la situación política en Cataluña es que se trata de un asunto interno de España que debe resolverse en el marco de la legislación y de la Constitución españolas.