musica
Si te gusta la música, es probable que en algunas ocasiones hayas descubierto canciones que te han enganchado, temas que te han encantado y que no te cansabas de escuchar, una y otra vez, aunque hubieran perdido el atractivo de la novedad y ya no fueran una sorpresa. Precisamente, investigadores de la Universidad de Michigan se preguntaron por qué podemos llegar a escuchar nuestra canción favorita cientos de veces sin aburrirnos.

Tócala otra vez, Sam

En el estudio participaron 204 personas, quienes completaron un cuestionario sobre sus gustos musicales y sus experiencias con sus canciones preferidas. Asombrosamente, la media de repetición de esas canciones favoritas fue de más de 300 veces, incluso más cuando las personas reconocían tener una conexión emocional muy especial con la canción.

Alrededor del 86% de los participantes informaron escuchar su canción favorita a diario o varias veces a la semana. El 43% de quienes la escuchaban a diario repitieron el tema al menos tres veces al día. El 60% escuchó la canción varias veces consecutivas y alrededor del 6% indicó que deseaban mucho escuchar la canción antes de darle al play.

Lo más curioso fue que la frecuencia se disparaba cuando las personas afirmaban que la canción les generaba emociones mixtas, una sensación agridulce. Aunque en sentido general, las canciones preferidas eran de todos los géneros, solían ser más frecuentes los temas pop o rock.

De hecho, las características de la canción eran particularmente importantes. Las personas referían enamorarse de la melodía, el ritmo y la letra de la canción. Sin embargo, el grado de felicidad o satisfacción que provocaba una canción estaba directamente vinculado con el ritmo de la misma.

La música que nos gusta activa nuestro cerebro como un todo

Estos psicólogos explican que escuchamos una y otra vez determinadas canciones porque estas generan una especie de "adicción". Cuando una canción nos gusta o la vinculamos con alguna experiencia positiva, activa el sistema de recompensa en nuestro cerebro liberando dopamina. Dado que esa canción nos hace sentir bien y genera una agradable sensación de confort, es normal que queramos escucharla una y otra vez.

De hecho, neurocientíficos de la McGill University constataron que cuando conocemos bien una canción, en nuestro cerebro se produce una intensa descarga de dopamina cuando anticipamos los puntos álgidos del tema.

Otro estudio muy interesante realizado en la Wake Forest School of Medicine comprobó que nuestro cerebro reacciona de manera completamente ante nuestras canciones preferidas y aquellas que nos gustan, en comparación con la música que no nos agrada. En la imagen que aparece a continuación se puede apreciar las diferencias.

Usando imágenes de resonancia funcional, apreciaron que nuestra música preferida potencia una mayor conectividad a nivel cerebral, lo cual genera un procesamiento global y estimula procesos como la felicidad y la creatividad. De hecho, una de las zonas que más se activa es el precúneo, un área del lóbulo parietal superior que está relacionada con la memoria episódica, el procesamiento visuoespacial, las reflexiones sobre uno mismo y la autoconciencia.
Fuentes:

Conrad, F. et. Al. (2018) Extreme re-listening: Songs people love . . . and continue to love. Psychology of Music.

Wilkins, R. W. et. Al. (2014) Network Science and the Effects of Music Preference on Functional Brain Connectivity: From Beethoven to Eminem. Scientific Reports; 4: 6130.

Salimpoor, V.N. et. Al. (2011) Anatomically distinct dopamine release during anticipating and experience of peak emotion to music. Nature Neuroscience; 14: 257-262.