Un equipo de investigadores ha usado una nueva tecnología de monitoreo para aprender más sobre los tiburones peregrinos, el segundo pez más grande del mundo y que sigue siendo un misterio para la ciencia.

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© iStockUn tiburón peregrino ha sido visto en la costa oeste de Escocia.

Estos tiburones crecen más de 10 metros y corren el riesgo de extinguirse. Durante el siglo XX eran pescados masivamente por su enorme aleta, muy apreciada en la sopa de aleta de tiburón en China, así como por su hígado y su carne. Esta especie de escualo ha tenido problemas para sobrevivir debido a sus lentas tasas de reproducción.

Los tiburones peregrinos han capturado la imaginación de los marineros durante siglos ya que no es difícil confundirlos con monstruos marinos por su forma y tamaño.
"Es un tiburón que sigue siendo muy misterioso", dijo Alexandra Rohr, del grupo de investigación de tiburones y otros seres marinos APECS, con sede en la ciudad bretona de Brest (norte de Francia).
No se conocen con certeza ni sus poblaciones, ni su edad de madurez sexual, ni dónde y cuándo se reproducen, agregó Rohr.

Son vistos con mayor frecuencia durante los meses de verano, mientras que en invierno es casi imposible avistarlos. Este fenómeno hace pensar a los investigadores que probablemente migren a aguas más cálidas o se sumerjan en las profundidades del océano.

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© iStockLos tiburones peregrinos están en peligro de extinción.
Utilizando una nueva tecnología de seguimiento, los investigadores de APECS han descubierto que estos escualos tienen un rango migratorio mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente. Para llegar a esta conclusión se han empleado satélites, buzos y marineros.

Cabe señalar que, al igual que el pez más grande del mundo -el tiburón ballena-, el tiburón peregrino no supone una amenaza para el ser humano.