Una violenta tormenta de arena de unos 500 kilómetros de extensión ha azotado partes de Australia, dejando los cielos de color naranja y afectando la calidad del aire.
NSW dust storm
© MATT WHITLUMLa ciudad del interior de Broken Hill fue golpeada por la tormenta el miércoles
Las autoridades locales emitieron una alerta de salud pública para Sídney. El fenómeno causó retrasos en los vuelos de los aeropuertos de la ciudad. Muchas regiones en Nueva Gales del Sur también tenían poca visibilidad.

Según las autoridades, la tormenta fue impulsada por fuertes vientos que levantaron el suelo seco. El problema fue agravado por una sequía que ha afectado a todo el estado de Nueva Gales del Sur desde agosto, explicó la Oficina de Meteorología de Australia.