El volcán Popocatépetl cambió la naturaleza de su explosiones tras los sismos de 2017 y podría mantener una actividad intensa-moderada en los próximos meses, aseguraron este martes expertos del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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© Twitter CNPC_MXEl semáforo de alerta volcánica se encuentra amarillo fase 3
Al explicar la reciente actividad del Popocatépetl, localizado a unos 72 kilómetros de la capital mexicana, los expertos apuntaron que la frecuencia de las explosiones del volcán no ha aumentado pero sí hay una variación en su naturaleza.

Por primera vez en 25 años de esta fase de actividad volcánica que se inició en diciembre de 1994, en el Popocatépetl "se observan explosiones importantes sin necesidad de la presencia de un domo" en el cráter, señalaron los expertos en una rueda de prensa.

Ante esta reciente actividad explosiva sin formación de domos en el cráter, las autoridades mexicanas decidieron elevar el semáforo de alerta volcánica a amarillo fase 3, una etapa previa a la orden de desalojo de las poblaciones próximas, donde habitan unas 50.000 personas.


"Es el cambio más importante que se ha observado y es lo que se tomó en cuenta para aumentar la guardia y analizar las cosas con mayor detalle", explicó Servando de la Cruz Reyna, investigador del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica (IGEF) de la UNAM.

De la Cruz explicó que a partir de 1994, el volcán requería de la presencia de un domo o tapón que limitara la salida de gases y material rocoso para hacer erupción.

Pero luego de los sismos de 2017 se comenzaron a registrar algunos cambios en su actividad

En 2017, dos potentes sismos ocurridos el 7 y el 19 de septiembre golpearon el sur y el centro de México y dejaron centenares de muertos, miles de heridos y múltiples daños en viviendas y patrimonio histórico.

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© AFP PHOTO / Pedro PardoEl 19 de septiembre se registró un sismo de 7.1 grados Richter que provocó daños que siguen afectando a algunos ciudadanos
A principios de marzo de 2019 ocurrió la explosión del domo de más reciente formación del volcán, con columnas de humo que superaron los dos kilómetros de altura y la salida de material incandescente, actividad que los expertos aseguran no había sido vista antes.

"No es un aumento de la actividad. Es un cambio en el estilo, situación que debe ser evaluada en términos de riesgo para mantener la certeza de que el grado de alerta a la población es el adecuado. Lo más natural entonces era elevar el nivel de la guardia y ver qué está pasando", declaró el experto.

Hugo Delgado Granados, director del IGEF, resaltó que las decisiones recientes que han tomado las autoridades respecto al comportamiento del coloso cuentan con respaldo de los científicos de la UNAM, quienes han aportado un análisis más preciso.


Constantemente monitoreado

La actividad de volcán, que está situado entre los estados de México, Puebla y Morelos, es uno de los más vigilados del mundo y el monitoreo lo hace el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y científicos de la UNAM.


Mediante este monitoreo se han conocido las características de la actividad, el material y los gases que arroja, lo que ha permitido determinar tres escenarios posibles de comportamiento del volcán en el futuro.

El primero, que regrese a la actividad que ha tenido los últimos años, con ciclos de construcción y destrucción de domos; el segundo y más probable, que continúe la actividad actual, con intensidad moderada.

Una tercera y "muy poco probable" es que tras un "largo periodo sin explosiones ni emisiones de fases, la presión acumulada sea liberada de forma rápida, provocando una erupción de gran magnitud", señalaron los expertos.

Actividad del "Popo"

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© CenapredEl volcán ha hecho más de 178 erupciones
Datos históricos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señalan que la primera erupción que se tiene registrada fue en el año 900 después de Cristo. A esta le siguieron erupciones en los siglos XIV, XVI, XVII, XVIII, XIX y a principios del siglo XX.

"Don Goyo", como se le conoce en el país, había entrado en erupción en diciembre de 1994 cuando lanzó grandes cantidades de material incandescente.

Tras décadas en las que permaneció "dormido", recobró su actividad en diciembre de 1994, cuando lanzó lava y piedras y obligó a evacuar a unos 75,000 habitantes de las comunidades aledañas.

Desde entonces, el Popocatépetl se ha mantenido inestable, con episodios que alarmaron a la población en 1997 y 1998. En noviembre de 1998, el volcán lanzó también material incandescente en un radio de un kilómetro y medio.

Con información de EFE.