El Gobierno transitorio de Bolivia denunció que los crecientes bloqueos de carreteras en demanda de que se fije fecha de elecciones generales serían parte de un plan de desestabilización impulsado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) contra la candidatura de la presidenta Jeanine Áñez.
Bolivia protests
© REUTERS / David Mercado
"Tienen claro que, si hay una elección mañana o hay elecciones el domingo, quien va a ganar en la señora Jeanine Áñez, lo tienen claro, por eso ahora buscan desestabilizar el país", dijo Arturo Murillo, ministro de Gobierno, en conferencia de prensa, refiriéndose en general a dirigentes y militantes del MAS, partido que lidera el expresidente Evo Morales.

Sostuvo que el MAS, cuyo candidato Luis Arce aparecía claro favorito en las encuestas de intención de voto antes de la crisis por la pandemia de COVID-19, estaría realizando "una acción política (que) es cuestión de dinero, chantajes, extorsiones que le hacen a la gente".

Murillo hizo la declaración en conferencia de prensa, poco después de que varias de las principales organizaciones sindicales del país emitieran un comunicado en el que exigen al Tribunal Supremo Electoral que fije lo más pronto posible la fecha de las elecciones, como exigen sindicatos y organizaciones de vecinos que bloquean carreteras en cuatro departamentos del país.

El MAS "lo único que busca es desestabilizar el país a través de estas manifestaciones, pese a la emergencia sanitaria por la pandemia global, pero lo único que ha logrado es perder el apoyo de la población y entonces ha metido dinero a algunos movimientos sociales", sostuvo Murillo,


Comentario: Era de esperar que el gobierno actual de Bolivia se pronunciara en contra de las manifestaciones en Bolivia como "intentos de desestabilizar al país" y no como un descontento de la población por lo que fue un golpe de Estado para deshacerse del presidente electo del país, Evo Morales.


Agregó que los pedidos de renuncia de la presidenta Áñez que surgieron de algunos puntos de bloqueo serían parte de la misma estrategia del MAS.

Presión creciente

Entre las organizaciones que exigieron la fijación de la fecha de la votación — que debería realizarse máximo hasta el 2 de agosto según una ley promulgada por el parlamento — figuraban la federaciones de Mineros, de campesinos y de mujeres campesinas, una federación vecinal de El Alto y sindicatos de transportistas, además de varios dirigentes de la Central Obrera Boliviana.
"Lo único que le queda a este Gobierno transitorio es que, a través de su Órgano Electoral a la cabeza de Salvador Romero, nos digan el día de elecciones que se va a plantear, pero ya de manera formal, caso contrario ellos van a ser responsables de las acciones (que va) a tomar del pueblo en su conjunto", dijo Orlando Gutiérrez, líder de la Federación de Mineros.
El dirigente campesino Froilán Mamani acotó que la exigencia de elecciones "es con el objetivo de instalar un gobierno legal y legítimo que enfrente al COVID-19".

Las organizaciones sociales manifestaron su "pleno respaldo" a las medidas de presión, como los bloqueos de calles y carreteras iniciados hace una semana por pobladores de un sector popular de la ciudad de Cochabamba (centro), que de la demanda inicial de fin del confinamiento sanitario pasaron a la exigencia de elecciones generales y hasta la renuncia de la presidenta Áñez.

Paralelamente, desde el fin de semana se reportan bloqueos de carreteras en la región agroindustrial de Yapacaní, departamento de Santa Cruz (este), con las mismas demandas.

Desde el domingo 17, hay también bloqueos enlas afueras de la ciudad de El Alto y en provincias del norte de Potosí (suoeste).

El ministro Murillo dijo que el Gobierno pretendía resolver las protestas mediante diálogo, pero que no cedería ante las presiones.