América tiene casi 11 millones de niños ocupados en la producción económica, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En el marco de la crisis económica que ha traído la pandemia de COVID-19, el organismo advierte sobre un posible aumento de esas cifras en Latinoamérica.
Children niños
© Unicef Argentina/ A. Sanguinetti
El 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. En un año marcado por la pandemia de COVID-19, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprovechó la fecha para alertar sobre el posible incremento del trabajo infantil, producto del negativo impacto económico que el virus SARS-COV-2 ha ocasionado a la economía mundial.

Particularmente, el organismo advirtió que en América Latina las cifras actuales podrían incrementarse entre un 1 y 3%, e instó a tomar medidas para evitar que esto ocurra.

Cifras mundiales

Unos 218 millones de niños entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica a nivel mundial, de los que 152 millones son víctimas del trabajo infantil, según reportó la OIT. De esa cifra, aproximadamente 73 millones se encuentran en situación de trabajo infantil peligroso.


​Del total, 73 millones lo hacen en África (uno de cada cinco niños); 10,7 millones en América (uno de cada 19); 5,5 millones en Europa y Asia Central (uno de cada 25) y 1,1 en los países árabes (uno de cada 35).

De los 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil, el 47% tiene entre 5 y 11 años; el 28% entre 12 y 14; y el 24% entre 15 y 17 años. El 58% son varones y el 42% son niñas. Un 71% trabaja en sectores agricultores, seguido del sector de servicios (17%) y el industrial (12%), particularmente en minería.

Aumento del trabajo infantil en América Latina

Un análisis elaborado por la OIT en conjunto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) fue dado a conocer a raíz de la fecha, y allí se advierte que la crisis económica producto de la situación sanitaria podría hacer que el trabajo infantil aumente entre un 1 y 3% en América Latina.

​Traducido en números, esto implicaría que "al menos entre 109.000 y 326.000 niños, niñas y adolescentes podrían ingresar al mercado de trabajo", se explica en el documento, basado en el estudio de datos de Costa Rica, México y Perú.


"El aumento del desempleo y la pobreza afectarán severamente el bienestar de las familias, particularmente aquellas en condiciones de pobreza extrema quienes suelen habitar viviendas inadecuadas", señala el informe, que propone también acciones preventivas para evitar que los números aumenten.

En dicho apartado, demandan la "acción decisiva" por parte de los gobiernos y destacan los roles de los sistemas de salud y educativos de cada país, así como la necesidad de "coordinar los servicios de protección social".

Además, proponen a las autoridades latinoamericanas la implementación de transferencias monetarias temporales así como de un ingreso básico de emergencia durante los meses en que la pandemia esté presente en el continente.