Queda menos de una semana para conocer quién será el próximo lehendakari y los candidatos pugnan por mantener a sus electores y persuadir a los indecisos. Los discursos de partidos antagónicos coinciden al pedir, casi suplicar, la participación de los votantes ante el temor de que los rebrotes del coronavirus disparen una abstención que ya se preveía alta y que ha propiciado una campaña atípica. "Cada voto cuenta", recordó este lunes el lehendakari, Iñigo Urkullu, en una jornada en la que se dio un desembarco de ministros en el País Vasco.
El ministro de Transporte, José Luis Ábalos (d), junto a la candidata a 'lehendakari' Idoia Mendia (c) y el consejero Alfredo Retorrillo (i), este lunes en Barakaldo (Bizkaia).
© FERNANDO DOMINGO-ALDAMAEl ministro de Transporte, José Luis Ábalos (d), junto a la candidata a 'lehendakari' Idoia Mendia (c) y el consejero Alfredo Retorrillo (i), este lunes en Barakaldo (Bizkaia).
Los políticos, en especial aquellos con responsabilidades de gobierno, no solo deben convencer al electorado de que votarles es la mejor opción, sino también de que acudir a las urnas resulta seguro. En la era de actos de aforo reducido y medición de temperatura, los políticos tratan de movilizar al máximo a sus bases para que recurran al boca a boca para conseguir más votos. Cada papeleta vale más que nunca por si el temor a los contagios fomenta la abstención. Los sondeos auguran un panorama similar al de 2016, con el PNV al frente con el PSE-EE como socio de Gobierno, ambos con algún escaño más de los 29 y nueve que recabaron respectivamente.

Pero, como es natural en los periodos preelectorales, los actuales compañeros en el Parlamento rehúsan hablar de alianzas tras el 12-J. El PNV, con el lehendakari Iñigo Urkullu al frente, se presenta como autor de los avances sociales vascos. Al mismo tiempo, la candidata socialista, Idoia Mendia, reclama los votos con el argumento de que la presencia en el Gobierno central de Pedro Sánchez, quien acudió a Bilbao el pasado domingo, garantiza la prosperidad vasca y un autogobierno solvente. Por eso, afirma, se necesita un PSE-EE "fuerte" que traiga beneficios para Euskadi.

Mendia ha contado este lunes con el apoyo del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, quien reivindicó la gestión de la crisis sanitaria que hizo el Ejecutivo y habló de pluralidad para criticar a la izquierda abertzale por renegar de España y al PP por el concepto centralista de España que exhiben sus líderes. "Sois necesarios", les recordó a los votantes Ábalos, uno de los tres ministros presentes ayer en Euskadi.

Por la mañana el vicepresidente segundo Pablo Iglesias, y Alberto Garzón, titular de Consumo, apartaron su faceta ministerial para defender a Miren Gorrotxategi, su candidata a lehendakari. Ambos renovaron su apuesta por un tripartito de izquierdas junto a EH Bildu y el PSE-EE, aunque los primeros se han puesto de perfil y los socialistas lo rechazan porque los abertzales incumplen unas "bases éticas" por no condenar la violencia etarra.

Iglesias solicitó que quienes hicieron a Podemos los más votados en Euskadi en anteriores comicios, y que "dejaron de creer" en ese formación, vuelvan a confiar en ellos porque su presencia en el Gobierno de coalición ha conseguido ese cambio que debe mantenerse ante un reto "histórico". Los sondeos avisan de que difícilmente alcancen los 11 escaños de 2016.

La coalición PP+Cs, que encabeza Carlos Iturgaiz, reclamó el voto "constitucionalista" y de aquellos defraudados con un PSOE que pacta con independentistas. Iturgaiz planteó una referencia velada a Vox, catalogado como "otras opciones", al reclamar la unidad "constitucionalista" que les aleje del batacazo que les auguran las encuestas. Además, deberán considerar la cuota proporcional que se llevará Ciudadanos, irrelevante históricamente en Euskadi y que podría aprovechar este acuerdo para conseguir representación. Para ello invitó al presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, quien insistió en la "movilización" para contradecir los pronósticos de unas encuestas que todos los contendientes miran de reojo.