Estados Unidos no tiene evidencia directa de las presuntas recompensas rusas ofrecidas a los militantes talibanes para matar a soldados norteamericanos, dijo el presidente del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, en un testimonio ante el Congreso.
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"Si estas recompensas [fueron] dirigidas por el Gobierno de Rusia o cualquier otra institución para matar soldados estadounidenses, eso es un gran problema (...) Todavía no hay evidencia, estamos buscando", dijo Milley al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

El mes pasado, los medios estadounidenses informaron, citando a funcionarios de inteligencia estadounidenses no identificados, que Rusia proporcionaba recompensas a extremistas vinculados con los talibanes para asesinar a las tropas estadounidenses y de la coalición en Afganistán.

El presidente Donald Trump calificó el artículo como un engaño, mientras que funcionarios de la Casa Blanca y altos líderes militares estadounidenses dijeron públicamente que eso no estaba verificado.

Milley instó a los congresistas en el panel a comprender la gran diferencia entre "armar y dirigir".
"Sabemos de armas, sabemos de apoyo; en el caso de los rusos, no tenemos evidencia de inteligencia colaborativa concreta para mostrar la dirección; eso es una gran diferencia", dijo Milley.
Milley afirmó que el Departamento de Defensa de EEUU estaba al tanto de la participación de Rusia en Afganistán, pero señaló que otros países, incluidos Irán, Pakistán y China, también se han involucrado en ese país.

Los funcionarios rusos han negado las acusaciones y han dicho que este tema responde a luchas internas en Estados Unidos