Los restos del huracán Sally han dejado ya fuertes lluvias en el sureste de los Estados Unidos. El jueves al menos a una persona murió, el agua arrasó puentes y carreteras y dejó a cientos de miles de estadounidenses sin electricidad.
Destrozos provocados por el huracán
© Destrozos provocados por el huracán
Sally ha traído consigo lluvias torrenciales e inundaciones repentinas a Alabama y Georgia mientras acelera hacia las Carolinas. El huracán se mueve hacia el noreste a 39 kilómetros por hora, ha explicado el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU.


Sally golpeó Gulf Shores, Alabama, la madrugada del miércoles con vientos de 105 millas por hora, matando a una persona.

Algunas áreas se inundaron con más de 60 centímetros de agua. Pensacola (Florida) acumuló hasta 5 pies de agua y las carreteras y puentes dañados limitaron los viajes a través de la región. Unos 433 000 hogares y negocios en Alabama, Georgia y Florida permanecieron sin electricidad.


En Florida, no ha habido muertes, pero 120 personas fueron rescatadas por trabajadores de emergencia estatales y miembros de la Guardia Nacional.

Las empresas de servicios públicos han comenzado a restaurar la energía en Alabama y Florida con equipos traídos de estados lejanos.


Otra perturbación tropical se estaba gestando en el sur del Golfo de México el jueves. Al parecer, tiene un 90% de posibilidades de convertirse en un ciclón en las próximas 48 horas.

Además, otras dos tormentas están en el Atlántico. Es una de las temporadas de huracanes más activas del Atlántico que se haya registrado.