Astrónomos estadounidenses han detectado un planeta similar a Júpiter, pero sin nubes ni neblina en su atmósfera observable. Es el primer cuerpo de este tipo observado por los científicos. Además, el planeta es extremadamente caliente, ya que hace un viaje alrededor de su estrella en tan solo cuatro días y medio.

exoplaneta
© CC BY 2.0 / NASA Goddard Space Flight Center
Nombrado WASP-62b, el gigante gaseoso fue detectado por primera vez en 2012 durante la Búsqueda de Gran Angular de Planetas (WASP, por sus siglas en inglés). Su atmósfera, sin embargo, nunca se había estudiado de cerca. Hasta ahora.

El cuerpo celeste se encuentra a 575 años luz de distancia de nuestro planeta y tiene aproximadamente la mitad de la masa de Júpiter. No obstante, a diferencia del planeta más grande de nuestro sistema solar, que tarda casi 12 años en orbitar el sol, WASP-62b completa el viaje alrededor de su estrella en solo cuatro días y medio. La ubicación tan cercana a su estrella lo hace un planeta extremadamente caliente, dándole el nombre de Júpiter caliente.

El equipo de astrónomos del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian ha logrado estudiar la atmósfera de WASP-62b usando el telescopio espacial Hubble, que registró datos y observaciones del planeta con espectroscopía. Es el estudio de la radiación electromagnética para ayudar a detectar elementos químicos.

Los investigadores notaron la presencia clara de sodio en la atmósfera del planeta, que indica la ausencia de neblina y nubes que bloquean la señal de este elemento.

"Esta es una prueba contundente de que estamos viendo una atmósfera clara", afirmó el jefe del estudio, publicado en la revista Astrophysical Journal Letters Munazza Alam del Centro de Astrofísica.

Los planetas sin nubes son extremadamente raros, señalan los científicos. El primer y único exoplaneta conocido con una atmósfera clara se descubrió en 2018. Nombrado WASP-96b, está clasificado como un Saturno caliente.

Los astrónomos creen que estudiar exoplanetas con atmósferas despejadas puede conducir a una mejor comprensión de cómo se formaron. Su rareza "sugiere que algo más está sucediendo o que se formaron de una manera diferente a la mayoría de los planetas", explica Alam, citado por el portal Phys.org.

Además, las atmósferas claras facilitan el estudio de la composición química de los planetas, que podría ayudar a identificar de qué están hechos, señalan los investigadores.