Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Taal Volcano (taken October 26, 2020).
© Mike Frialde/INQUIRER.netVolcán Taal (tomado el 26 de octubre de 2020).
El volcán TAAL registró más terremotos y emitió más gases en las últimas 24 horas, signos de una inminente erupción, según informó el miércoles el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs), de gestión estatal.

Según la Red del Volcán Taal (TVN), se registraron 212 temblores, incluidos 168 temblores con duraciones de uno a 20 minutos, y 44 terremotos volcánicos de baja frecuencia.

El volcán de la provincia de Batangas emitió unas 1.229 toneladas de dióxido de azufre en las últimas 24 horas, según el jefe de Phivolcs, Renato Solidum.

Solidum dijo que con el volcán bajo el Nivel de Alerta 2, un aumento de la agitación puede conducir a una erupción y aconsejó "a todos los interesados a permanecer vigilantes".

"El hecho de que se registren temblores volcánicos y un prolongado temblor de fondo, una tasa de emisión de dióxido de azufre superior a la normal, de 923 toneladas diarias, y una inflación lenta pero constante del volcán siguen indicando una actividad magmática a poca profundidad bajo el volcán", dijo.

La semana pasada se registraron unos 302 temblores volcánicos, los más elevados hasta la fecha, después de que el volcán Taal fuera colocado en situación de "inquietud elevada", tras una serie de temblores.

Phivolcs mantuvo que la entrada en la isla del volcán Taal (TVI) y su zona de peligro permanente (PDZ), especialmente en las proximidades del cráter principal y la fisura Daang Kastila, está estrictamente prohibida.

Dijo que se ha aconsejado a las unidades de gobierno local cercanas al TVI que evalúen continuamente y refuercen la preparación de los pueblos previamente evacuados alrededor del lago Taal en caso de que se produzcan nuevos disturbios.

Phivolcs también dijo que las autoridades de aviación civil deben aconsejar a los pilotos que eviten volar cerca del volcán, ya que la ceniza en el aire y los fragmentos balísticos de las explosiones repentinas y la ceniza removida por el viento pueden suponer un peligro para las aeronaves.