Traducido por el equipo de SOTT.net

La temporada de nevadas 2022-2023 fue histórica para el oeste de Estados Unidos y, como resultado, el manto de nieve californiano fue muy superior a la media en todo el estado.
Mono Lake
© Jeff SullivanLago Mono
Las ingentes cantidades de agua en las montañas californianas aliviaron a muchas zonas que antes estaban muy secas debido a la sequía. Tras esta temporada récord, California está libre de sequía en un 92% aproximadamente, pero toda esa agua tiene que ir a parar a algún sitio a medida que llega el calor del verano.

A medida que la nieve sigue descongelándose, muchos de los lagos más importantes y grandes de California empiezan a recuperarse de niveles de agua históricamente bajos, y las consecuencias han sido diferentes de forma inesperada.


Al este de la cordillera de Sierra Nevada, se encuentra una masa de agua salada llamada lago Mono. El lago es conocido como el lago salado más protegido del Oeste americano e incluso tiene su propio comité destinado a proteger el lago y regular el flujo de agua. El comité celebró su primera victoria en los tribunales en 1983, cuando consiguió regular la cantidad de agua a la que podía acceder el Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles. A continuación, en 1990, se fijó una cota objetivo para el lago de 6.392 pies sobre el nivel del mar, que representaba el nivel de agua mínimo ideal en el que debería estar el lago. Antes de que la nieve empezara a derretirse a principios de 2023, el nivel de agua del lago se midió en 6.380 pies sobre el nivel del mar, 12 pies por debajo de la marca.

Aunque a principios de la primavera el lago Mono registró niveles de agua peligrosamente bajos, el deshielo está acelerando la rehabilitación y se espera que el lago suba más de metro y medio este verano. Geoff McQuilkin, director del comité para el lago, afirma que este último invierno les ha dado más tiempo para pensar en la conservación a largo plazo.

El flujo de agua a medida que se calientan las temperaturas ha dado esperanzas a zonas como el lago Mono, pero otro lago del estado está reapareciendo de forma inesperada y las consecuencias podrían costar miles de millones. El lago Owens es un lago mayoritariamente seco a unas 4 horas de Los Ángeles. El lago contenía importantes cantidades de agua hasta 1913, cuando el río que lo alimenta fue desviado a la ciudad para satisfacer las crecientes necesidades de agua de Los Ángeles. Esto provocó la desaparición del lago 13 años después, tras verse asfixiado de su principal fuente de agua. Las consecuencias de la desecación del lecho del lago fueron mayores de lo que nunca se hubiera podido prever, ya que los restos del lago son ahora la mayor fuente de contaminación por polvo de Estados Unidos debido a los vientos de la región que remueven el lecho seco del lago.

En 2004, una orden judicial obligó al Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles a tomar medidas para minimizar las tormentas de polvo provocadas por los restos del lago Owens, con la esperanza de reducir al mínimo la contaminación en la zona. Los proyectos emprendidos para evitar el polvo, que ascienden a unos 2.500 millones de dólares, van desde cubrir diferentes partes del lago Owens con grava, cultivar vegetación en el lecho del lago e inundar zonas poco profundas, todo ello en un intento de minimizar el polvo, que hasta ahora ha tenido éxito, ya que el departamento ha logrado una reducción del 99% de la contaminación por polvo.

Sin embargo, todo el duro trabajo de la ciudad para controlar el polvo se ve amenazado, ya que un acueducto cercano se rompió y 7.000 acres-pies de agua fluyeron hacia el lago seco, atribuible al rápido derretimiento de la nieve. El hecho de que el agua salada empiece a interferir con los proyectos puestos en marcha para evitar la contaminación por polvo podría costar miles de millones en daños, y se desconocen las consecuencias posteriores. Lo más probable es que el polvo no sea un problema este verano, ya que se espera que al menos 160.000 acres-pies más de agua fluyan hacia el lago seco, lo que humedece zonas anteriormente secas susceptibles de producir polvo. Después de eso, sin embargo, se desconocen las consecuencias de los daños en las infraestructuras de prevención del polvo, que podrían suponer grandes aumentos de la contaminación por polvo.

Diferentes zonas de California están experimentando grandes beneficios y aumentos necesarios del nivel del agua, como el lago Mono, mientras que algunas zonas están luchando por mantener las cantidades de agua que descienden de las Sierras, como el lago Owens. El derretimiento de un manto de nieve histórico significa resultados anormales e impredecibles para los lagos y embalses, pero sólo el tiempo dirá cómo afectarán al estado las nevadas de esta temporada.