Imagen
© DesconocidoCinismo en las palabras del presidente chileno. Sus declaraciones son un juego de palabras que intenta justificar lo injustificable
El presidente Sebastián Piñera afirmó que no es partidario de ofrecer gratuitamente la educación en Chile, en la antesala de una esperada reunión con dirigentes estudiantiles, que protestan desde hace tres meses y que han pedido que cese el lucro en la educación pública.

"No creemos en estatizar ni monopolizar por parte del Estado la educación del país, porque eso a la larga es un atentado no sólo a la calidad, es un atentado a la libertad y es un atentado a la equidad de la educación", explicó Piñera en una intervención la noche del miércoles.

"Tenemos un desafío gigantesco para hacer un cambio copernicano (radical) en nuestra educación, pero creemos que deben haber proyectos educativos diversos, pluralistas, y que nadie debe pretender homogeneizar la educación", agregó el mandatario en la cena anual de la Minería.

Las declaraciones de Piñera se producen en la antesala de una esperada reunión con dirigentes estudiantiles que desde hace tres meses lideran masivas protestas para exigir educación pública gratuita y de calidad, que han derrumbado la aprobación presidencial a un mínimo de 26%.

El actual sistema educativo chileno está casi totalmente en manos privadas, tras las reformas neoliberales instauradas por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Sólo el 40% de los escolares chilenos estudia en colegios públicos gratuitos, mientras que a nivel universitario no hay posibilidades de estudiar gratis.

A nivel secundario, más de la mitad de la matrícula está en manos de colegios que reciben subvención estatal y el aporte de los padres. Para acceder a las universidades, los estudiantes deben acceder a créditos internos o en bancos privados.